Antes de su fichaje por Williams Racing, Carlos Sainz coqueteó con dos de los equipos más grandes de la parrilla, Red Bull y Mercedes, pero las cosas no salieron. Además, no cierra la puerta a Ferrari.
Sainz es el daño colateral de la llegada de Lewis Hamilton. A partir de 2025 afrontará el reto de devolver a Williams a lo más alto, pero antes de que llegara esa firma hubo meses de mucha incertidumbre. “Primero miré todas las opciones posibles, por supuesto. En un momento, por supuesto, recurrí a Red Bull y Mercedes, porque, por supuesto, todavía tenía una oportunidad allí. Así que dejé pasar un tiempo y esperé a ver cómo se desarrollaban esas situaciones”, comentaba el español en una entrevista para DAZN.
Llámenlo como quieran, pero ninguno de los dos equipos quiso apostar por Sainz. Al final, quedó Williams. “Allí veo principalmente a un equipo que ha hecho enormes progresos en los últimos dos años y que está trabajando en un proyecto claro. Invierten mucho en mejorar el equipo y están realmente trabajando para volver a lo más alto, así que inmediatamente me motivé a unirme a un proyecto así, también confié en mis instintos”.
A pesar de que mostraba tranquilidad en cada Gran Premio, al empezar el mes de junio, Sainz se puso nervioso, ya que no había nada firmado. Pero la realidad es otra y el madrileño quiere disfrutar de sus últimas carreras vestido de rojo. “Después de cuatro años en Ferrari, saldré con tres victorias en mi haber. Una primera victoria maravillosa en Silverstone y también dos grandes victorias en Singapur y Melbourne”.
Quien sabe si se volverán a reencontrar en el futuro. Sainz deja la puerta abierte. “Nunca cerraré la puerta por completo en lo que respecta a Ferrari, porque supongo que continuaré como piloto durante otros cinco o diez años. Nada salió mal durante mi estancia en Ferrari. Simplemente hay un siete veces campeón del mundo que ha decidido poner fin a su carrera en Ferrari y en ese sentido yo soy más bien una especie de sacrificio”, concluía Carlos.