La descalificación de Josef Newgarden y Scott McLaughlin en St. Petersburgo dio mucho de que hablar en la rueda de prensa del Gran Premio de Alabama. Algunos pilotos acusaron duramente a Penske, por ello, la dirección de la IndyCar decidió dar explicaciones de lo sucedido.
Después del Gran Premio de Long Beach se conoció la noticia. Newgarden se quedó sin victoria y McLaughlin sin podio en St. Petersburgo. Pato O’Ward heredó esa victoria, mientras que Scott Dixon se colocó primero en la clasificación de pilotos. Ahora bien, Will Power salvó la segunda posición en ese Gran Premio, pero también recibió una sanción de diez segundos.
Pero todo este tema se vuelve más complicado porque el dueño de la IndyCar Series y del Indianapolis Motor Speedway es Roger Penske, propietario del equipo que recibió la sanción. El presidente y CEO de Penske Entertainment, Mark Miles, y el presidente de IndyCar, Jay Frye, se refirieron públicamente a la situación.
“Creemos que la primera tarea de la serie es hacer cumplir las normas y mantener la integridad del deporte, y nada nos impedirá hacerlo lo mejor que podamos. En este caso, se llevó a cabo una investigación exhaustiva. Jay y el equipo y un montón de ingenieros expertos examinaron todos los datos y todo lo que pudieron, incluyendo volver a cada fin de semana de 2023, cada fin de semana de campeonato donde no encontramos nada”, dijo Miles, según recoge Motorsport.com.
La alarma saltó cuando en Long Beach, Penske usó el Push To Pass de manera indebido durante el warm-up. Resultó raro que en St. Petersburgo, los comisarios no se dieran cuenta. “Eso es culpa nuestra, ¿no? Así que tenemos que volver atrás y evaluar lo que hicimos o lo que no hicimos en ese momento. Se ha hablado de la cantidad de tiempo que se tardó desde St. Pete hasta Long Beach en abordar este asunto”, explicó Frye.
Miles no quiso dar muchas explicaciones al ser preguntado por cuando saldrá Roger Penske a hablar del tema. Lo que sí dejó claro que no hubo interferencias por parte de Penske mientras se tomaba la decisión. “Desde nuestro punto de vista, y creo que Jay opina exactamente lo mismo, lo más importante para nosotros es que nunca hubo interferencias. Pudimos ser objetivos y manejar los datos de la misma manera que lo habríamos hecho con cualquier otro equipo”, cerró Miles.
Penske convocó a todos los equipos en Barber
El propietario del equipo Penske llamó a todos los equipos tras la clasificación celebrada en Alabama, pero parece que nadie sacó conclusiones claras. “No, no necesariamente aprendí mucho. Solo una buena sesión de conversación entre todos”, comentó Michael Andretti al salir, según recoge el medio citado anteriormente.
Chip Ganassi fue irónico diciendo “no se de qué estas hablando”, cuando se le preguntó por la reunión. Por último, Ed Carpenter se dio algo más de luz. “Fue una conversación privada que creo que todos apreciamos y seguimos adelante con este fin de semana y la temporada. Es obvio lo que hablamos allí, pero lo que hablamos allí, desde mi punto de vista, va a permanecer allí”, zanjaba.
Zak Brown, CEO de McLaren Racing, tampoco se cree mucho las palabras por parte de Penske. “Un equipo de ese calibre para tener un descuido de esa magnitud no parece correcto. El equipo y los pilotos son demasiado buenos para decir que no conocían las reglas, no sabían que estaba ahí, fue un descuido. Creo que la serie demostró que tiene integridad. Descubrieron que había un problema y lo resolvieron rápidamente”.
