En los test previos a las 24 Horas de Le Mans, Porsche consiguió el segundo mejor tiempo por detrás de Ferrari. Eso les da esperanzas para pensar en algo grande de cara a este fin de semana.
La marca alemana vuelve a la mítica carrera de la resistencia después de conseguir la victoria en 2017 con Timo Bernhard, Brendon Hartley y Earl Bamber junto al mítico 919 Hybrid. Esta nueva edición será completamente diferente, con un coche que no tiene nada que ver, el 963 LMDh, que ha tenido un programa de pruebas bastante extenso antes de afrontar Le Mans.
Desde la carrera de Spa-Francorchamps, Porsche ha viajado hasta Monza, Paul Ricard y Watking Glen en los Estados Unidos para poner a punto su coche. “Progresamos mucho a través de esas pruebas y la única carrera que hicimos en Estados Unidos. Aprendimos mucho”, comentaba Urs Kuratle, el líder del proyecto.
Porsche se ha centrado en los problemas de estabilidad que tenían al frenar, que se exageraba en situaciones de bajo agarre. Kuralte asegura que esta área ha “mejorado mucho” desde la última carrera celebrada en el circuito belga. “Los pilotos te dirán eso, pero no puedo decir que estemos completamente al tanto. Sigue siendo nuestro mayor problema, pero estamos mejorando”, concluía en declaraciones que recoge Autosport.com.
Laurens Vanthoor fue el encargado de llevar al 963 al segundo puesto durante el Test Day. “Me sentí bien, pero todavía tenemos trabajo por hacer. Todavía tenemos cosas que trabajar y mejorar. Es positivo ver tu nombre en lo alto de la pantalla de tiempos y definitivamente es bueno para la moral de todos en el equipo”, comentaba el piloto de Porsche.
El tiempo de Vanthoor pudo ser mejor de no ser por los límites de pista, ya que superó a Antonio Giovinazzi en otro intento de vuelta rápida. Otro coche que funcionó bien fue el del equipo cliente. Yifei Ye consiguió el tercer mejor tiempo de la sesión matutina con el 963 LMDh que porta Hertz JOTA Team.