Red Bull mostró un ritmo de carrera inalcanzable en tandas largas, por lo que son los grandes favoritos para toda la temporada. Ferrari no quiere encender las alarmas en Maranello, de momento.
En cambio, la tanda larga de los italianos no fue para nada esperanzadora. La degradación del SF23 parece ser bastante alta. Además, uno de los motores Ferrari se rompió durante la pretemporada, el del Alfa Romeo de Valtteri Bottas. En Maranello tienen el objetivo de conseguir el título, pero se antoja complicado.
“Creo que, en general, el coche se ve bien en cuanto a rendimiento, pero no sabemos el nivel de combustible de los demás. Lo más importante fue escanear cada tipo de configuración en el monoplaza. Las pruebas son completamente diferentes a la imagen de la próxima semana”, comentaba Frédéric Vasseur, según recoge Motorsport.com.
El nuevo jefe de Ferrari se agarra al desconocimiento de los niveles de combustible que tenía cada equipo. “Lo que es cierto es que, en el ritmo de una vuelta, no puedes juzgar porque no sabes si corren con 20/30/50 kilos, y ellos no saben si estamos en 20/30/50 kg. Significa que es muy difícil hacer cualquier tipo de comparación”.
“Por nuestra parte hicimos diferentes intentos, con diferentes niveles de combustible. Algunas soluciones estaban funcionando, otras un poco menos. Tenemos que sacar lo mejor de esto y hacer un análisis adecuado”, añadía Vasseur.
Ferrari no quiere obsesionarse con la tabla de tiempos, ya que la próxima semana puede pasar una cosa contraria. “No era la mentalidad de la prueba. Si comienzas la prueba solo para ver el nivel de rendimiento del equipo, estás muerto, porque entonces reaccionarás y funcionarás en función de la hoja de tiempos”.
“Lo más importante es marcar las casillas que hay que marcar y, sinceramente, en esto hicimos un buen trabajo. Tienes solo tres días para escanear todas las opciones de configuración del coche y elementos de desarrollo. Y cuando ponemos todo junto, lo mejor se ve bien”, cerraba Vasseur.