Hace dos días, Joan Barreda se lesionó al golpear con una gran piedra. Se fracturó un dedo del pie izquierdo y esto le complicaba su participación en el Dakar. En esta cuarta etapa se ha hecho con la victoria y sus opciones de ganar se abren aún más.
Ya son 29 victorias las que suma el de Torreblanca en el Dakar, mientras que sigue esperando ese premio de la general. “Al final me quedo súper contento de ver que podía apretar, aun manejando un poco el dolor. Por la mañana sí que lo noto bastante”, comentaba en declaraciones que recoge MARCA.com.
Barreda recuerda algunos puntos de la etapa donde la navegación fue complicada. “En algún momento nos hemos desviado unos cuantos pilotos y allí he mantenido un buen ritmo. No he podido apretar mucho porque llegábamos justos de gasolina al refuelling. Allí me he mantenido detrás de Kevin y después del refuel le he adelantado y me he sentido mejor en la parte de arena”.
En esta cuarta etapa, las diferencias en la general se han reducido. Barreda desconfía de todos, en el buen sentido de la palabra. “El ritmo que llevamos todos allí es altísimo y sin cometer errores de navegación. Ese es el nivel que tiene el Dakar y el objetivo es estar ahí, en el nivel”.
Cambios para minimizar el dolor
Debido a esa fractura en el pie, Barreda ha tenido que hacer algunos cambios en su moto. De hecho, nada más ganar ya informó a su mecánico de lo que quería. “Hemos cambiado una palanca que es más alta, porque el problema es cuando meto el pie para levantar la marcha tengo que tirarme un poco la rodilla adelante para que entre bien. De esta otra manera entrará un poco mejor”.
La noche posterior a la lesión, el piloto español lo pasó mal. El dolor era enorme, pero con la ayuda de una bolsa de hielo la hinchazón bajo. “Por la mañana, cuando terminé la etapa, fue una sensación… solo me importaba eso. Valoras el simple hecho de poder seguir por encima de todo lo demás, de cualquier resultado”, explicaba Barreda.