En la Fórmula E, Audi y BMW anunciaron su marcha cuando termine la temporada 2020-2021 y esto ha conllevado un replanteamiento de los límites de costes. El gasto a los que están sometidos los equipos se ha visto incrementado fuertemente con el paso de las temporadas hasta alcanzar límites insostenibles.
A día de hoy, cada equipo se ve obligado a invertir alrededor de 45 millones de euros al año para poder participar en la Fórmula E. Algo realmente preocupante y Jamie Reigle, director ejecutivo de la competición está decidido a tomar medidas sin la necesidad de establecer un límite presupuestario.
Un plan de actuación para evitar el límite presupuestario
El plan de la Fórmula E es aprobar un límite de costes como una de las medidas prioritarias para seguir adelante con la competición. Un aspecto que antes del COVID-19 no se había planteado nunca y ahora puede ser la solución número 1 para evitar la fuga de equipos. El propio Reigle señalaba para Autosport.com:
Algunos equipos están sometidos a un gasto ineficaz y hay que acabar con eso. Debemos encontrar una solución y en mi opinión es que debemos introducir un límite de costes. Sería una acción saludable para el campeonato y la salida de Audi y BMW ha reforzado esta opción.
El director de la Fórmula E se muestra confiado en que se alcanzará un acuerdo para salvar la situación. Se promoverá una competición más sostenible económicamente hablando para todos los equipos implicados. Reigle reconocía que se había llegado a un punto crítico en las negociaciones del nuevo modelo de competición pero se está trabajando para poder acordar nuevas medidas en beneficio de todos.
Hasta la fecha, Mahindra, Porsche, Mercedes, Jaguar son los fabricantes que se ha comprometido con la Fórmula E con la llegada del denominado Gen3, los nuevos monoplazas que competirán a partir de 2022. Sin embargo, Reigle es consciente del interés de diferentes constructores en entrar en la Fórmula E, algo para contrarrestar las marchas de Audi y BMW.
