Para el actual Campeón de la Fórmula E, viajar a Marrakech no ha sido un camino de rosas. La primera sesión de libres se la perdió y tuvo que ser sustituido por el piloto reserva James Rossiter.
El francés estuvo con fiebre durante el viernes pasado e incluso se le realizaron pruebas para descartar que tuviera coronavirus. Para el sábado, día de clasificación y carrera, estaba recuperado. Ya en la clasificación mostró estar bien con un undécimo puesto, pero la carrera una fue mejor.
Llegó al podio e incluso pudo haber hecho realidad el primer doblete de DS Techetaah esta temporada. Con un tercer puesto para enmarcar y una bonita lucha con Maximilian Günther que podría haber ganado si no fuera porque el de BMW volvió a gestionar la batería de una manera excepcional.
Tras la carrera, el de DS Techetaah comentó: “Definitivamente fue mi fin de semana más difícil en la Fórmula E. No por las actividades en la pista sino fuera de la pista”, comenzaba.
Fue tal su indisposición que se activaron todas las alarmas: “Me mantuvieron en cuarentena en el hospital de Marrakech. Puedo dejarte imaginar cómo fue mi día”, decía sonriendo.
“Me sentía un poco mejor, pero estaba en una habitación de cinco metros cuadrados. Fue muy, muy duro y durante los últimos tres días tuve 40 grados de fiebre, así que no estaba en mi mejor momento”, continuaba.
Estuvo sin fiebre durante el resto del fin de semana, pero aun con malestar: “En la carrera creo que me olvidé de mi cabeza e hice todo lo que pude. Recuerdo que en algún momento le pregunté a mi ingeniero cuál era mi posición porque no podía ver a los líderes. Me dijo ‘eres P4’. No sabía que había recuperado tanto tiempo”.
El ganador también tuvo palabras para su compañero, sin creer aun lo que había hecho: “Tengo que decir que lo que más me impresiona hoy es este tipo”. dijo da Costa. “Tuvo una semana difícil y está aquí en el podio con nosotros, así que estoy súper feliz”.