Hace unos días, la Asociación de Pilotos de Grandes Premios de la F1 (GPDA) se creó una cuenta de Instagram. No han tardado mucho en publicar un comunicado dirigido a la Federación Internacional de Automovilismo.
Los pilotos de Fórmula 1 se han centrado, en primer lugar, en las palabras de Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA, sobre las palabras mal sonantes que se usan durante las carreras. Precisamente, Max Verstappen fue condenado a trabajos comunitarios con la FIA por decir “jodido” en rueda de prensa refiriéndose a su monoplaza.
La GPDA pide a Ben Sulayem que “considere su propio tono y lenguaje”. A pesar de que le han llovido críticas por su pilotaje durante las últimas semanas, este comunicado es un claro apoyo a Max Verstappen. También a Charles Leclerc, que recibió una multa de 10.000 euros por hacer lo propio durante el Gran Premio de México.
Dicen que la FIA debería tratar a los pilotos como adultos, también en referencia a la polémica que tuvo lugar con el uso de joyas a bordo del monoplaza en 2022. La GPDA admite que deben acatar la decisión de los comisarios, pero, al mismo tiempo, desean colaborar con la Fórmula 1 y la FIA para garantizar que todas las decisiones fueran en beneficiado del campeonato. “Además, nuestros miembros son adultos, no necesitan recibir instrucciones a través de los medios de comunicación sobre asuntos tan triviales como el uso de joyas y calzoncillos”.
La GPDA manifestó su descontento con la imposición de multas a los pilotos, sobre todo porque consideraba que el uso de ese dinero no era totalmente transparente. Se pidió a Ben Sulaymen que “proporcionara transparencia financiera” sobre en qué se usa el dinero de este tipo de sanciones. “Todas las partes interesadas (la FIA, la F1, los equipos y la GPDA) deben determinar conjuntamente cómo y dónde se gasta el dinero en beneficio de nuestro deporte”.