Ferrari probó un suelo experimental en Las Vegas con la mirada puesta en 2025

suelo experimental Ferrari
El SF-24 durante el Gran Premio de Las Vegas 2024 | Fuente: Scuderia Ferrari

Durante los entrenamientos libres del Gran Premio de Las Vegas, Ferrari llevó a cabo pruebas con un nuevo suelo experimental en el SF-24 de Carlos Sainz. El objetivo de estas pruebas no era competir, sino recopilar información para el desarrollo del coche de la temporada 2025. Este suelo, diseñado exclusivamente para la recolección de datos, sirvió como una herramienta para evaluar y mejorar el diseño del suelo de cara al próximo año.

Los primeros datos obtenidos por Ferrari tras las pruebas indicaban que la brecha entre las simulaciones realizadas en su sede y la realidad en pista, con esta generación de coches, es más grande que nunca. Esta diferencia es especialmente notable en lo que respecta al comportamiento del suelo, que resulta particularmente difícil de controlar. Desde que se introdujo este reglamento en 2022, varios equipos han abandonado nuevas actualizaciones de flujo de desarrollo porque no les han dado los resultados esperados.

Ferrari fue uno de esos equipos que tuvieron problemas cuando introdujeron un suelo nuevo durante el Gran Premio de España, que causaba rebotes a alta velocidad. El suelo experimental de Ferrari en Las Vegas fue una actualización que afectó a varias áreas del monoplaza, como las vallas del suelo, la expansión hacia adelante del subsuelo, el borde del suelo y la pared lateral de la rampa del difusor.

Lo más llamativo durante esos libres fue el diseño del alerón que puso Ferrari. El equipo italiano había probado ese alerón en las dos temporadas anteriores, pero no habían logrado ofrecer el rendimiento esperado. El alerón, que tiene forma en «L» en la parte trasera, indica que están intentando hacer que surja el efecto deseado, pero necesita aún varios ajustes adicionales para sacar su máximo rendimiento. Ferrari también introdujo otros ajustes menores, como una modificación en el alerón delantero del coche, con el objetivo de mejorar el equilibrio y aumentar la velocidad en línea recta.

Además, incorporaron un alerón trasero de menor carga aerodinámica, similar al utilizado en Monza. El enfoque aerodinámico adoptado por Ferrari en Las Vegas seguía la misma filosofía que el de Monza, pero con una diferencia clave en la refrigeración del coche. Las rejillas de la cubierta del motor estaban más cerradas debido a las bajas temperaturas de Las Vegas, lo que obligó a adaptar el diseño para optimizar el rendimiento.