Tras ganar el Gran Premio de México, Carlos Sainz salió desde el Pit-Lane para la carrera celebrada en Interlagos por un accidente en clasificación. Tras una bandera roja y en el momento de la remontada, el madrileño perdió el coche y acabó en las protecciones. Un fin de semana para olvidar, que tampoco beneficia a Ferrari.
“Ha sido un mal domingo desde la clasificación a la carrera, saliendo desde el Pit-Lane, tampoco es que hayamos tenido mucho progreso, difícil adelantar, poca visibilidad ahí atrás… Dos errores que no es lo ideal. Lo siento por todo el equipo. Hoy y todo el año, el coche en mojado ha sido muy difícil de conducir, ahí que entender por qué. Nos ha costado unas carreras”, comentaba Sainz para DAZN al acabar la carrera.
El madrileño justifica el cambio de motor porque en las siguientes carreras querían tener esa ventaja frente a sus rivales. “Lo hemos hecho por eso. Hubiera preferido salir decimotercero con todo el spray que había, sabiendo que me podía colocar en los puntos. Hemos querido sacrificar la posición para afrontar las últimas carreras con ese motor. Espero que pague, ya veremos”.
Sainz cree que el mal rendimiento del SF-24 bajo la lluvia se debe a sus características, pero también se enfoca en la configuración. “Una combinación de las dos. Que el coche sea tan benévolo con los neumáticos, seguramente nos penalice. Por otro lado, seguro que con el set-up se podrían haber hecho las cosas mejor en mojado. Tendremos que analizar, pero las últimas carreras serán en seco, por lo que no deberíamos preocuparnos”.
De las tres últimas carreras que quedan, Ferrari solo piensa en una, la siguiente. Sainz sabe que el Mundial de Constructores será complicado tras el resultado en el Gran Premio de Brasil. “Está claro que en Las Vegas tendríamos que tener opciones, pero las otras dos pistas son McLaren. Se han visto que en seco son rápidos, ahí que ir con ganas, pero siendo realistas”, concluía.