Este fin de semana culmina el penúltimo triplete de la temporada en el icónico Gran Premio de Brasil, un circuito legendario que siempre nos brinda carreras memorables. A lo largo de los años, este trazado ha sido testigo de numerosos campeonatos y nos ha dejado finales de carrera apoteósicos.
El trazado brasileño es el segundo más elevado sobre el nivel del mar, solo superado por México. Esta altitud será crucial para los ingenieros al ajustar el monoplaza, ya que influye en el rendimiento del motor y en la aerodinámica del vehículo. Con una extensión de 4,309 kilómetros, el circuito es uno de los más pequeños del calendario. El primer sector consiste en dos rectas unidas por una chicane conocida como la ‘S de Senna’, en honor al héroe local. El segundo sector es el más revirado de los tres, presentando un diseño similar a una montaña rusa, con subidas y bajadas pronunciadas. Por último, el tercer sector incluye la recta principal.
Habrá dos zonas de DRS: en la recta principal y en la siguiente recta tras las dos primeras curvas. Este año, el circuito brasileño ha sido completamente reasfaltado, lo que significa que la pista tendrá una menor adherencia inicial. Se traducirá en una mejora constante a medida que avance el fin de semana. La nueva superficie, además, ha sido limpiada con un sistema de lavado a presión, lo que aumenta la abrasividad del asfalto y el desgaste de los neumáticos.
Otro factor importante es que el fin de semana contará con el formato Sprint, siendo este el penúltimo de la temporada. Esto limitará las oportunidades de los equipos para optimizar sus coches con la única sesión de entrenamientos libres disponible. Pirelli ha optado por traer la gama más blanda de neumáticos. Los compuestos C3, C4 y C5, aunque son más blandos que los usados el año pasado, lo cual podría abrir un abanico más amplio de estrategias posibles y añadir emoción a la carrera.
Se prevé lluvia para el sábado y el domingo, lo que podría cambiar drásticamente la parrilla de salida, ya que, en Brasil, la lluvia siempre trae sorpresas. La última vez que llovió en el circuito fue en 2022, cuando Kevin Magnussen logró la pole position con su Haas. En términos de datos y estadísticas, Alain Prost es el piloto con más victorias en el Gran Premio de Brasil, con un total de seis, seguido por Michael Schumacher, quien cuenta con cuatro. Ayrton Senna ostenta el récord de más Poles en este circuito, con seis.
En cuanto a los equipos, McLaren es el que más veces ha conseguido la Pole, mientras que Ferrari es el equipo que más veces ha estado en el primer cajón del podio, con un total de nueve victorias. Este año se conmemora el trigéismo aniversario de la muerte del ídolo local Ayrton Senna. Se han organizado una serie de eventos y exhibiciones en su honor a lo largo del fin de semana. Por su parte, Pirelli ha creado un trofeo especial que se entregará al piloto que logre la Pole, en los colores de la bandera brasileña y con el legendario logo de Senna.