El oasis de paz y descanso en la Fórmula 1 llega a su fin y Austin, próxima cita del calendario, ya espera para recibir a los protagonistas. El trazado americano ha introducido nuevos cambios para evitar los problemas del año pasado con los límites de pista.
Los ya habituales problemas de pista del Gran premio de Estados Unidos parecen estar cerca de acabar. Los organizadores de la próxima prueba han intentado acabar con esta peculiaridad del trazado, introduciendo grandes cambios antes de recibir en apenas unos días a la categoría reina.
La remodelación de COTA, el famoso Circuito de las Américas que acoge el Gran Premio, ha permitido arreglar ciertos problemas de abuso de límites de pista que el año pasado fueron un claro ejemplo de una mala gestión. Haas fue el equipo que tras la carrera solicitó una revisión por múltiples infracciones. Fue rechazada por la FIA, pero las cámaras onboard evidenciaron la mala praxis. Esto provocó una cadena de quejas de otros equipos. Finalmente, la FIA explicó que no habían tenido una visión completa.
Conscientes de este hecho, los organizadores han introducido modificaciones y arreglos para evitar que la situación vuelva a repetirse. Las escapatorias de asfalto laterales serán 1,5 metros más estrechas y tendrán césped. Esto debería ser suficiente para evitar la tentación de superar la línea blanca en el interior de las curvas 6, 13, 14 y 15. Sin embargo, por si no fuera suficiente, se han colocado cámaras en “lugares estratégicos” para controlar que se cumpla con los límites. Además, en la salida de la curva 11, que da paso a la recta trasera, se introduce grava con resina, una “grava falsa” que ya estuvo en Zandvoort.
Estos cambios serán provisionales, puesto que el trazado tendrá que cumplir con los requisitos y la normativa de MotoGP. Sobre este hecho de compartir competiciones, Bobby Epstein, promotor de la carrera. “Es difícil, unos quieren grava en una zona en la que otros no la quiere. No puedes tener las dos cosas y no puedes poner grava, quitar y esperar que el resto sea impermeable cuando hay arcilla debajo” explica.
Los pianos también sufrirán cambios, así como el drenaje en otros puntos del circuito. No obstante, uno de los cambios más importantes es el reasfaltado de la pista, que acumulaba ya numerosos baches en sus rectas. “Parte de la pista tenía 12 años, ya era hora. Espero que este año escuchemos cosas positivas”, concluyó.
