Leonardo Fornaroli se convirtió en campeón de la Fórmula 3 en la última curva de la temporada. Ahora bien, ha sido muy regular a lo largo del año a pesar de no conseguir victorias, como bien indica Giacomo Ricci.
El piloto italiano ha conseguido siete podios, más que nadie, dos Pole, que le igualan a Luke Browning, pero se va sin victorias. Ahora bien, tiene el título que tanto ansiaba. “Es un campeón que se lo merece sin duda. Para mí, especialmente en clasificación, ha sido el más rápido con diferencia porque siempre ha estado ahí arriba”, comentaba Giacomo Ricci, máximo responsable de Trident, sobre el año de su piloto, para la web de la Fórmula 3.
Hubo oportunidades de ganar, como en Imola, pero su coche se apagó cuando era líder. De eso momento, Ricci alaba su actitud. “El coche se apagó, pero estuvo muy atento para encender el coche y no llorar por la radio y seguir adelante con el problema. Tuvo un par de oportunidades de ganar, pero también tuvo mala suerte. A pesar de que no ganó una carrera, se merecía plenamente ganar el campeonato”.
En la cita de Monza, donde se jugaba el título, Fornaroli se llevó la Pole, pero perdió el liderato a favor de Alex Dunne, para más tarde pisar la grava en Ascari y caer al quinto lugar. Volvió al segundo puesto, antes de que Gabriele Minì y Christian Mansell le adelantaran porque se había quedado sin gomas. En la última vuelta, el italiano se inventó un adelantamiento de campeón.
“Poco a poco me doy cuenta de las emociones que sentí en la última vuelta. Una vez más, no íbamos a ganar el campeonato y, delante de Ascari, recordé que abrí la radio y le dije: ‘Leo, todo va en la última curva, todo va, a por ello’, y entonces hizo algo especial. Desde fuera no se veía que iba a intentar adelantar, así que se quedó totalmente a la izquierda y en el último momento decidió lanzarse y hacer esta maniobra perfecta”, explicaba Ricci sobre ese momento desde el muro de boxes.
Ricci destacó el trabajo duro que Fornaroli ha hecho estos años desde sus primeras pruebas con Trident en Jerez. Cuando era débil en algún punto, se centraba al máximo para mejorar. “Creo que el punto clave fue que siempre había sido muy consistente y también cuando las cosas no iban como él quería, siempre encontraba la manera de darle la vuelta a la situación. Desde el primer año ha mejorado muchísimo”.
“Todavía recuerdo que en el primer test oficial de postemporada que hicimos en Jerez, incluso físicamente estaba sufriendo. Ha estado rápido desde la primera vez que lo probamos, muy rápido, pero estaba sufriendo mucho físicamente. Pero a partir de ese momento siempre trabajó duro. Cuando veía que tenía una debilidad o cosas que no estaban al máximo nivel siempre trabajaba duro, siempre pedía más, pasaba más tiempo con los ingenieros, con nosotros, con todos”, concluía Ricci sobre su campeón.
