En el pasado Gran Premio de Italia, los empleados de Viry-Chatillon protestaron en las gradas del circuito de Monza sobre el abandonar el proyecto de unidades de potencia Renault para firmar un acuerdo con Mercedes. Han surgido efecto porque Luca de Meo se reunirá con ellos.
Renault considera, seriamente, abandonar su programa de motores por culpa de los malos resultados de los últimos años. En Alpine sopesan montar unidades de potencia de Mercedes a partir de 2026, cuando se estrena una nueva normativa. El personal de la fábrica de Viry-Chatillon prometía que los motores de 2026 iban a ser más rápidos.
A través de su consejo social y económica, exigieron una reunión con Luca de Meo, CEO de Renault, después de sentir que la alta dirección no había escuchado su voz. Ahora, De Meo aceptó reunirse con representantes del personal a finales de esta semana. “Los representantes del personal agradecen al Sr. de Meo por haber respondido favorablemente a esta solicitud”.
“El Consejo Económico y Social (CSE) de Alpine Racing, fabricante de motores del equipo francés de Fórmula 1, ha anunciado que ha organizado una reunión con Luca de Meo, presidente y director general del Grupo Renault, el viernes 20 de septiembre de 2024 para llamar su atención sobre la incomprensión que rodea el fin del desarrollo de motores de F1 en Francia en la planta de Viry-Chatillon, una tecnología única en Francia”, se lee en un comunicado publicado este martes.
A principios de septiembre, De Meo dijo que la decisión no estaba tomada y se fijaban el 30 de septiembre como plazo interno para tomar una decisión sobre la futura dirección. Alpine nombró a Oliver Oakes como nuevo director de equipo, mientras que Flavio Briatore se unió como asesor, quien se lavó las manos sobre el posible cambio a Mercedes a partir de 2026.
