Los empleados de Viry-Châtillon están en contra de la decisión que quiere tomar el Grupo Renault sobre la unidad de potencia que se produce en esta fábrica. La idea es cambiar a motores Mercedes a partir de 2026.
En el pasado Gran Premio de Italia empezaron las protestas. Varios empleados de Viry-Châtillon se trasladaron hasta Monza para desplegar una gran pancarta en las gradas de Monza. En ella se podía leer el mensaje #ViryOnTrack y se recordaban los 12 Mundiales que ha ganado Renault como motorista. También portaban una camiseta blanca con el mismo mensaje. Los trabajadores de Alpine en el garaje también tuvieron la oportunidad de manifestarse si así lo deseaban.
Los trabajadores de la escudería francesa acusan a Luca de Meo, CEO del Grupo Renault, y a toda la dirección de ser “sorda a cualquier dialogo”. En lo que respecta al motor, Renault se atreven a decir que tiene la culpa del “20% del déficit de rendimiento total del coche”. No solo del actual, sino desde que empezó la nueva era híbrida en 2014.
Por lo tanto, el 2025 podría ser el último año que se vea a Alpine con unidad de potencia fabricada por Renault. El equipo francés está considerando abandonar Renault y optar por motores Mercedes a partir de 2026. En este contexto, el presidente de la Fórmula 1, Stefano Domenicali, parece no estar muy preocupado. “Sin duda, es importante entender cómo se desarrollará todo. Obviamente, estoy al tanto de lo que está sucediendo. Creo que todo esto está relacionado con reducir al máximo el tiempo necesario para volver a ser competitivos”.
Le puede importar menos porque parece que hay fabricantes que siguen preguntar por entrar en la Fórmula 1 con la nueva normativa. “No quiero entrar en dinámicas técnicas que no me competen. Además, no me preocupa en absoluto que esta señal pueda interpretarse como una posible retirada de algunos fabricantes. Puedo decir que tengo señales opuestas por parte de otras marcas que nos están siguiendo de manera importante. En algunos casos, hay señales muy fuertes”.
