La Fórmula 1 no descansa tras el Gran Premio de Países Bajos, y este próximo fin de semana el mítico trazado de Monza acoge una nueva cita del Gran Premio de Italia. Como en cada evento del calendario, Pirelli ha publicado su informe previo a la carrera.
Ningún circuito ha acogido más pruebas del calendario de Fórmula 1 que Monza, con un total de 73. El histórico “Templo de la Velocidad” ha estado presente cada año desde 1950, a excepción de 1980, cuando Imola acogió el Gran Premio. Si algo caracteriza a Monza es la velocidad, y de ahí que reciba ese sobrenombre. Por ello, los niveles de carga aerodinámica son mínimos y es habitual ver alerones traseros muy finos para contrarrestar el drag. Por ello, Pirelli califica este apartado de nivel uno sobre cinco.
Para este fin de semana, Pirelli repite la misma elección de neumáticos que el año pasado: C3, C4 y C5, la gama más blanda disponible. La estrategia más rápida se espera que sea la de una parada, pues la degradación es media. El año pasado, el medio y el duro fueron la opción más escogida para completar las 51 vueltas. A su vez, han fijado las presiones en 23,5 psi, tanto en ruedas delanteras como traseras.
Los principales problemas para los neumáticos vendrán en curvas largas como la Curva Grande o la Parabólica, donde se someterán a mucho estrés lateral. También la estabilidad en frenada y la tracción son elementos clave, especialmente en la Variante del Rettifilo (curva 1) y la Variante de la Roglia (curva 3). Pirelli ha considerado que cada uno de estos apartados tienen una importancia de cuatro sobre cinco. Además, la temperatura de pista, que puede llegar a rondar los 50º es otro factor que puede afectar a las ruedas.
Este GP de Italia es la decimosexta carrera de la temporada, y la penúltima en suelo europeo. Una nueva ocasión para confirmar si Lando Norris es capaz de recortar puntos a Max Verstappen, como ya hizo en Zandvoort la semana pasada. Actualmente, la distancia entre ambos es de 70 puntos con nueve rondas del campeonato todavía por disputarse.
