Arrow McLaren no está cosechando los resultados esperados en la IndyCar. Se esperaba que estuvieran a la cabeza luchando por victorias, pero en las últimas tres carreras han estado muy atrás. Sobre todo, en Portland, donde la clasificación lastró todos los resultados.
Alexander Rossi terminó decimosegundo, pero es que su posición de salida fue la decimoséptima. Patricio O’Ward no fue capaz ni de entrar al TOP 20, mientras que en carrera remontó hasta el decimoquinto lugar. Por último, Nolan Siegel terminó la carrera vigesimoprimero tras salir dos posiciones más atrás.
En los entrenamientos libres de Portland, los coches de Arrow McLaren ocuparon el TOP 6, pero en clasificación, Chip Ganassi y Penske fueron muy superiores, mientras que Andretti Global, equipo que terminó por detrás de los británicos en 2023, también está un paso por delante. O’Ward, que ya ha perdido todas las opciones de título que le quedaban, no sabe por donde debe tirar su equipo para encontrar respuestas.
“Los tres coches son pésimos. El caso es que, en este momento, somos pésimos. No por el esfuerzo, sino porque con el neumático nuevo no parecíamos conseguir que funcionara y, en la carrera, fue lo contrario de lo que ocurrió en la clasificación. Así que es muy confuso. Es realmente frustrante. Me alegro de que nos estén pateando el trasero”, comentaba el mexicano al acabar la carrera de Portland, según recoge RACER.com.
O’Ward espera que su equipo se ponga a analizar lo que ocurre para volver a lo más alto. “Si esto no nos da motivación, no sé qué lo hará. Y la realidad es que, tal vez en los años anteriores, no teníamos un déficit tan grande. Simplemente siento que el déficit parece ser cada vez mayor. Seguimos elevando nuestro listón, pero a veces tenemos que reducirlo a sumar puntos en lugar de siempre apuntar a lo grande para ganar”.
Mientras que el resto de equipos ha sabido adaptarse a los cambios en la unidad de potencia y en el concepto del monoplaza, Arrow McLaren se ha quedado algo atrás. O’Ward insiste en que este baño de realidad les tiene que despertar. “Los cambios te obligan a ser ágil y flexible con las cosas, y siento que eso ha sido una pieza que faltaba en nuestro equipo, colectivamente. Yo incluido. Para ser honesto, esta paliza que nos están dando es una necesidad, porque algo tiene que cambiar”.
