Christian Horner, jefe de Red Bull, se encontró envuelto en una polémica a principios de este año tras ser denunciado por una empleada del equipo por conducta inapropiada. Este escándalo desató una investigación interna que puso en jaque la unidad del equipo austriaco y un conflicto interno entre sus principales accionistas.
La polémica marcó el inicio de una división dentro de la cúpula directiva del equipo. De un lado, los accionistas tailandeses se alinearon con Horner, mientras que los accionistas austriacos, secundados por la familia Max Verstappen, aprovecharon la oportunidad para intentar destituir al jefe del equipo. Para este punto, las tensiones entre Jos Verstappen —padre de Max— y Christian Horner eran claras. El posible impacto negativo en la imagen de la marca era preocupante. Horner, por su parte, negó categóricamente las acusaciones y rechazó la idea de dimitir.
Red Bull contrató a un abogado externo para evaluar las acusaciones. Ocho semanas después del inicio de la investigación las acusaciones fueron desestimadas y la empleada suspendida de su cargo. Sin embargo, la trabajadora decidió apelar la decisión, lo que llevó a un segundo análisis a cargo de otro abogado independiente. Este nuevo recurso también fue rechazado, cerrando así el caso Horner.
En el día de ayer, Red Bull emitió un comunicado oficial en el que daba por finalizada la controversia. “A principios de este año se investigó una denuncia presentada contra Christian Horner. La queja fue tratada a través del procedimiento de quejas de la compañía mediante el nombramiento de un abogado independiente que desestimó la queja”.
“El denunciante ejerció el derecho de apelación, y la apelación fue llevada a cabo por otro abogado independiente. Todas las etapas del proceso de apelación han concluido, con el resultado final de que el recurso no se mantiene. Las conclusiones del abogado han sido aceptadas y adoptadas por Red Bull. El proceso interno ha concluido. La compañía respeta la privacidad de todos sus empleados y no hará más comentarios públicos sobre este asunto en este momento. Red Bull se compromete a seguir cumpliendo con los más altos estándares en el lugar de trabajo”.
Con este comunicado se cierra uno de las mayores polémicas de Red Bull en esta temporada. Sin embargo, queda la duda de si esta situación, que llevó a una división entre los dirigentes de Red Bull, ha sido la causa de la pérdida de cohesión y fuerza del equipo, manifestada, entre otras situaciones, con la salida de ingenieros clave como Adrian Newey y afectando así el rendimiento y la unidad que Red Bull había mantenido hasta ahora.
