Oscar Piastri se ha convertido en el piloto número 115 en ganar una carrera de Fórmula 1 y lo hizo con doblete de McLaren. La victoria del australiano trajo consigo un espectáculo muy innecesario por parte de la firma británica, que no quedó bien parada pese al gran resultado. Lando Norris y Lewis Hamilton completaron el podio.
La estrella: McLaren
Los de Woking han dejado claro este fin de semana que el suyo es el mejor coche que hay a día de hoy en la Fórmula 1. McLaren monopolizó la primera línea de salida y en carrera, sus dos coches estuvieron primero y segundo desde la vuelta 4 hasta la 70. Ganaron por más de 15 segundos y sin ser amenazados ni una sola vez por un adversario.
Norris fue quien se hizo con la Pole, pero una mala salida le dio a Piastri la primera plaza. El australiano y el británico rodaron cómodamente en cabeza con un ritmo similar, hasta que la estrategia del equipo lo cambió todo. En la vuelta 47, pararon a Lando antes que a Oscar y eso desencadenó un problema que se va a desarrollar a continuación.
El estrellado: también McLaren
Ganó el coche más rápido, pero el equipo que tenía el coche más rápido, dejó en evidencia tener problemas para gestionar la situación. Sin motivos aparentes, McLaren paró a Norris dos vueltas antes de a Piastri para la segunda parada y el británico le hizo un ‘undercut’. En ese mismo instante, al australiano ya le dijeron que cambiarían coches a final de carrera.
McLaren defendió que la idea de parar antes a Norris fue para protegerse de Hamilton, pero nadie era una amenaza real para ellos este fin de semana. Es parada provocó un espectáculo muy dañino para el equipo con radios bastante emocionales y una dificultad tremenda para gestionar la situación con los dos pilotos en cabeza. Las caras tampoco eran las más felices y una lástima cuando has ganado de una forma tan dominante por méritos proios.
La sorpresa: Yuki Tsunoda
El japonés sigue sin ser un piloto seguro, pero el ritmo cada vez es mejor. Tsunoda firmó una gran carrera en Hungría, haciendo funcionar una estrategia a una parada que parecía casi impensable antes de empezar. Con 42 vueltas de neumático duro, cruzó la bandera a cuadros en novena posición, por delante de los dos Aston Martin.
Segunda carrera consecutiva en los puntos para un Tsunoda que no había tenido una buena racha desde que se anunció su renovación con RB en Canadá. Si bien cinco años en un equipo así son demasiados, es un piloto que valora mucho Red Bull y actuaciones como la de Hungría demuestran por qué.
El duro: Max Verstappen
El holandés volvió a mostrar en Hungría esa faceta macarra que no gusta tanto. En la misma salida se fue largo, sin ninguna intención de hacer la curva para intentar adelantar a Norris por fuera. Lo logró, pero en la FIA se dieron cuenta de sus intenciones y recomendaron a Red Bull ceder la posición. Verstappen se quedó detrás de los McLaren.
Esto hizo que Hamilton lo tuviera en el punto de mira en la lucha por la tercera plaza. El británico, con una estrategia agresiva, le hizo un ‘undercut’ y Max no pudo adelantarlo de nuevo en pista. Parecía que tenía más ritmo, pero Lewis se defendió con todo. El holandés en la vuelta 63 se tiró de una forma muy alocada, a la desesperada, algo que acabó en toque y con el Red Bull saliendo volando. Ambos pudieron seguir en carrera.
El espectáculo: las órdenes de equipo
Los mensajes de radio de las últimas cinco vueltas entre Norris y McLaren dejaron claro cómo va la Fórmula 1. Algunas de esas conversaciones del equipo con el piloto llegaron a un punto muy emocional, recordando la importancia de estos primeros en el resultado final. Lando finalmente cedió la posición, pero los espectadores disfrutaron de un salseo innecesario para la firma británica.
La forma en la que Norris cedió la posición fue demasiado evidente, aunque con una ventaja de cinco segundos, no había formas mucho mejores. Recordó a lo ocurrido entre Rubens Barrichello, Michael Schumacher y Ferrari en 2002 en Austria, aunque esta vez no era la última vuelta. Quedaban tres.
Después de una carrera interesante en un circuito en el que adelantar no es fácil, la Fórmula 1 se despide de Hungría y pone rumbo a Bélgica. Por segundo año consecutivo, las vacaciones de verano llegarán tras la cita en Spa-Francorchamps, un circuito que había sido conocido hasta 2023 por ser la primera carrera tras el parón.