McLaren logró un doblete en el Gran Premio de Hungría en una carrera llena de suspense. Los pilotos del equipo británico, Lando Norris y Oscar Piastri, alternaron el liderazgo en diferentes momentos de la competición, siendo Piastri quien finalmente se adjudicó la victoria.
Norris, que partía desde la pole position, tuvo una mala salida que permitió a Piastri adelantarle y tomar el liderato durante la primera parte de la carrera. En la segunda parada en boxes, McLaren decidió detener primero a Norris, logrando así un undercut que lo situó en la primera posición.
El equipo le ordenó a Norris que cediera la primera posición a Piastri. El piloto británico no cumplió la orden de inmediato, lo que generó una creciente tensión a lo largo de las vueltas siguientes. Las comunicaciones por radio entre el ingeniero de Norris y el piloto fueron inusuales, con insistencias cada vez más firmes para que Norris pensara en el beneficio del equipo. Las órdenes se hicieron más contundentes y con un tono cada vez más serio.
La tensión aumentó a medida que Norris seguía sin ceder la posición. Finalmente, a falta de cuatro vueltas para el final, y con la posibilidad de que saliese el Safety Car, que imposibilitaría el intercambio de posiciones entre ellos, Norris cedió la posición, asegurando así la victoria para el australiano y un doblete para McLaren. Tras la carrera, se pudo ver a un Lando Norris visiblemente afectado, aunque aseguró que Oscar se merecía la victoria: “Tuvo un buen comienzo. Me sacó de la línea y controló bien la carrera. Iba a llegar en algún momento y se lo merecía hoy”.
El equipo inglés recortó una gran cantidad de puntos a Red Bull en el Mundial de Constructores. La diferencia con ellos es de 51 puntos. Para Norris, ese es el objetivo: “Eso es lo principal, honestamente. Estoy muy feliz, ha sido un largo viaje para llegar a esto por méritos propios”. Con los resultados obtenidos en las últimas carreras, McLaren se ha posicionado como el máximo favorito para adelantar a Red Bull en el Mundial de Constructores. Norris se mostró optimista: “Sin duda, definitivamente como constructor, dos buenos pilotos y un equipo increíble, absolutamente”.
En el campeonato de pilotos, la distancia entre Norris y Verstappen es de 76 puntos. Una gran brecha que parece imposible de cerrar, aunque McLaren sea el mejor coche ahora mismo. El inglés no se rinde: “Creo que todavía será difícil, todavía queda un largo camino por recorrer. Hoy ha sido nuestro día, Spa puede cambiar por completo. Así que seguiremos empujando y trataremos de hacer más de lo mismo”, concluía.
McLaren demostró ser contundente este fin de semana, sacándoles casi 20 segundos al tercero: “Eso es exactamente lo que hicimos hoy, estábamos muy lejos del resto y también lo hicimos con estilo. Así que, una buena por parte del equipo y, por supuesto, de Oscar”, aseguraba Norris. Lando, al referirse a las órdenes del equipo para ceder su posición a Oscar Piastri, expresó: “El equipo me pidió que lo hiciera. Así que lo hice y eso es todo”. McLaren está decidido a luchar hasta el final. Con dos grandes pilotos en sus filas, tienen el potencial para alcanzar la cima. Aún nos espera una segunda mitad de temporada reñida.