Durante el GP de Hungría, Max Verstappen fue muy vocal por la radio, expresando su enfado ante diferentes situaciones que se produjeron a lo largo de la carrera. Aparte de la arrancada, el ritmo de Red Bull no permitió al neerlandés luchar por la victoria. Además, debido a la estrategia y a la dificultad para adelantar en el Hungaroring, perdió las opciones de podio. Terminó cruzando la meta en 5ª posición.
Fueron varias las situaciones que enfurecieron a Verstappen en la carrera, y su jefe de equipo, Christian Horner, ha comentado todas ellas en declaraciones que recoge la web de la Fórmula 1. Primero, en la arrancada, por ‘ser expulsado’ fuera de pista por el McLaren de Lando Norris. Aún con ello, el neerlandés ganó la posición que posteriormente tuvo que devolver al británico por orden del equipo. También se quejó de la estrategia y de que en Red Bull no fueran capaces de ver como Lewis Hamilton en dos ocasiones y Charles Leclerc en otra le lanzaban un ‘undercut‘ de manera exitosa.
Horner ha confirmado que ordenaron a Verstappen devolver posición “para evitar una penalización”. Respecto a las decisiones estratégicas que le costaron el podio a su piloto, ha comentado. “Sentimos que debíamos ir más lejos, para obtener una ventaja, y de hecho, con el neumático duro se puede ver que Max era competitivo y fuerte, especialmente en comparación con los McLaren. Así que alcanzó a Hamilton rápidamente y, lamentablemente, en el aire sucio se quedó atascado cuando Lewis comenzó a perder terreno”.
La imposibilidad de adelantar a Hamilton hizo que el neerlandés perdiese la calma e intentase ganar la posición al piloto de Mercedes de manera apresurada. La maniobra provocó que Verstappen bloquease, interponiéndose en el camino de su rival y que el RB20 se levantase por los aires y aterrizase en la escapatoria de la curva 1. Horner considera que “un incidente de carrera es la forma correcta de describirlo”.
Gianpiero Lambiase es el ingeniero de pista de Verstappen y a lo largo de toda la carrera se mostró reacio a entrar en polémicas o discusiones frente al enfado de su piloto. Horner confía en la buena relación entre ambos para solucionar cualquier rencilla. “Mira, Max estaba frustrado, lo cual puedes entender. Tiene una línea de comunicación muy directa con su ingeniero, así que sí, es algo que discutirán entre los dos”.
Sin tiempo para descansar, la Fórmula 1 regresa esta semana con el último gran premio antes del parón de verano que se disputará en el mítico circuito de Spa-Francorchamps. Horner no ha dudado en expresar su confianza en su piloto en lo que a preparación de cara a esta cita se refiere. “Él sabe exactamente lo que se requiere de él en un Gran Premio y confiamos en su criterio al respecto”.