Carlos Sainz está viviendo una temporada repleta de altibajos. A principios de año, el piloto español se vio en la necesidad de buscar un nuevo equipo debido a la confirmación de que Lewis Hamilton ocupará su lugar en Ferrari la próxima temporada. Poco después de este anuncio, una apendicitis le impidió participar en el Gran Premio de Arabia Saudí. Sin embargo, dos semanas más tarde logró una destacada victoria en el Gran Premio de Australia. A pesar de estos logros y de haber competido en doce carreras más, el futuro del español en la Fórmula 1 sigue siendo incierto.
El madrileño atendió el pasado lunes a la revista GQ.com, donde habló sobre su rendimiento esta temporada, objetivos que tiene hasta final de año, su futuro y como es su vida personal. “La verdad es que el año arrancó de manera complicad,,” admitió Sainz, reflejando el impacto emocional que este cambio le ha causado. A pesar de este arranque incierto, el piloto se mostró positivo, destacando su deseo de demostrar su capacidad. “He empezado la temporada muy bien. Obviamente con ganas de demostrar mucho. De momento tengo que aprovechar la oportunidad de tener un coche este año que me permite hacer algún que otro podio”.
Sin embargo, Sainz también ha tenido que aceptar la realidad de su situación con Ferrari. Reconoció que el coche de esta temporada no es competitivo para luchar por el campeonato mundial. “Si yo hubiese tenido coche estos años para haber ganado un Mundial y no lo hubiese ganado, pues ahí sí que me hubiese costado más aceptar”. A pesar de esta realidad, Sainz se muestra positivo, destacando sus logros personales. “Centrándonos en lo positivo, sí que tenía un coche para ganar alguna que otra carrera y he ganado alguna que otra carrera”.
Sainz destaca la importancia de trabajar en equipo, que no es incompatible con sacar su lado más feroz cuando se baja la visera. “Yo personalmente siempre he intentado tener un approach muy agresivo en cuanto a la forma de correr las carreras0“. A pesar de que ha tenido más visitas a los comisarios de lo que le gustaría debido a las estrictas penalizaciones de este año, se mantiene fiel a su estilo combativo. En cuanto a su actitud hacia el equipo, Sainz comentó lo siguiente. “Siempre he tenido la impresión de que en la Fórmula 1 hay que ser un hombre de equipo“.
Sainz abordó la percepción de su talento subrayando que siempre ha sentido el respeto de quienes realmente conocen este deporte. “Por los jefes de equipo, pilotos y profesionales del deporte, nunca me he sentido infravalorado“. Acerca sobre su futuro, el español sigue dando largas y no ha tomado una decisión todavía, Sainz ha competido en algunas de las escuderías más legendarias de la Fórmula 1, incluyendo Renault, McLaren y Ferrari. Sobre Williams, como uno de los pocos equipos históricos en los que aún no ha corrido, comentó que es “una escudería superemblemática de la Fórmula 1. Sí, es de las pocas que me quedan, Red Bull también, Mercedes también, hay dos o tres escuderías por las que todavía no he pasado que igual en algún futuro pasaré, no sé cuándo la verdad, porque todavía el futuro parece ser bastante incierto”.
Al preguntarle si busca un proyecto a largo plazo o tener un coche más competitivo, esta fue su repuesta. “Ahora mismo pesan por igual, tanto tener un coche competitivo lo antes posible, como encontrar un proyecto que me dé la estabilidad y la motivación de ver que tiene el potencial de llevar ese equipo a ser campeón del mundo algún día”. Enfatizando en la importancia de tomar una decisión cuidadosamente, ya que “es una decisión muy importante para mi carrera deportiva”.
Carlos Sainz reflexionó sobre su tiempo en Ferrari y destacó que lo mejor que se lleva de estos años es “la gente con la que he trabajado”. Además, recordó con especial cariño sus tres victorias. En particular la primera en Silverstone, la victoria en Singapur y la de Australia, que fue un “momentazo después de la operación. Los éxitos y la gente, eso es lo que me quedo”, concluyó.