Los comisarios del Gran Premio de Canadá investigaron al promotor porque varios espectadores saltaron a la pista mientras la carrera aún estaba en marcha. Las medidas no eran suficientes o no se aplicaron de la mejor manera. Octane Racing Group deberá mejorar su plan de seguridad cuanto antes para no recibir sanciones.
Durante la reunión con los comisarios, los promotores admitieron que los sistemas de seguridad no funcionar de manera correcta. Aseguraron que comenzarían una investigación para tomar medidas de cara al futuro. Y mostraron su decepción porque, para este año, se puso mucho énfasis en la seguridad.
Los comisarios obligan a Octane Racing Group a presentar un plan de corrección formal “a más tardar el 30 de septiembre de 2024”. Estas medidas tendrán que ser revisadas por la FIA y que quede claro que “son adecuadas para resolver los problemas planteados y que indique si es necesario adoptar otras medidas, tan pronto como sea posible”. En el documento también se indica que el objetivo primordial es la seguridad y que habrá sanciones en caso de reincidencia.
Stefano Domenicali, CEO de la Fórmula 1, se tuvo que disculpar con los jefes de equipo tras otros problemas. Las quejas empezaron tras una falta de comunicación entre el circuito y la policía, que dejó a los miembros del equipo e invitados durante horas cuando la entrada a la pista estaba cerrada el viernes y el sábado.
El circuito está ubicado en la isla artificial de Notre Dame, que fue construida en el río San Lorenzo y utilizada como sede de los Juegos Olímpicos de 1976. Sin embargo, los agentes de policía cerraron los puntos de acceso al puente debido a la congestión en la isla.
Los aficionados también tuvieron problemas y es que a muchos se les negó la entrada por una información falsa que circuló el viernes. Se creía que los entrenamientos libres se habían cancelado por las fuertes lluvias. La prensa sufrió daños en algunos equipos porque las nuevas cabinas de televisión tenían goteras.