El Gran Premio de Austria quedó algo empañado tras el toque de Max Verstappen y Lando Norris en las vueltas finales. Ambas partes ya han hablado y el británico está bastante enfadado.
La segunda parada de Red Bull fue bastante mala, ya que el neumático trasero tardó en salir. Después tuvieron que dejar pasar a Norris para evitar un unsafe reléase. Esto provocó que la distancia entre ambos desapareciera hasta que, en las últimas vueltas, después de muchos intentos, ambos pilotos chocaron y con pinchazos.
Norris no pudo acabar la carrera y mostró su enfado al terminar la carrera. “Hay reglas sobre lo que no puedes hacer y lo que puedes hacer. Estaba haciendo cosas que no se pueden hacer y no fue penalizado. Espero una dura batalla contra Max. Sé lo que me espera. Espero agresividad, ir al límite y ese tipo de cosas”, comentaba sobre el comportamiento de su rival.
El piloto de McLaren esperaba una lucha mejor contra Verstappen. “Pero estuvo un poco desesperado por hacer lo que podía para no dejarme pasar y sé que va a ser agresivo. Así que en cierto modo no estoy sorprendido, pero esperaba una carrera dura, justa, respetuosa al límite y no siento que yo lo haya metido en esto. Respeto mucho a Max y lo que puede hacer y lo que sale y hace cada vez que está en pista, pero hay veces que creo que va un poco demasiado lejos”.
Norris asegura que este toque podría tener repercusiones en el siguiente Gran Premio, en apenas siete días. “Todo mi coche está destrozado y estas son todas las piezas que necesitamos para la próxima semana. No es solo una repercusión de lo que pasa en la pista, es todo lo que tenemos que llevar en Silverstone y estar en desventaja. Esperaba un poco más de él”, cerraba.
El otro perjudicado, Verstappen, culpó en primer lugar a los dos pasos por boxes. “Las paradas han sido malas, hemos regalado varios segundos y hemos metido a Lando en la pelea”. No quiso hacer muchos comentarios sobre el choque con el piloto de McLaren. “Habrá que ver las repeticiones, ambos estamos decepcionados, sin duda”.
