Max Verstappen ha conseguido su victoria 59 en Fórmula 1 tras ganar el Gran Premio de Emilia Romagna. Pero no ha sido un triunfo dominante, sino que ha sufrido hasta la línea de meta por el arreón final de Lando Norris.
Verstappen salió bien y pudo marcar su propio ritmo, pero su carrera se empezó a complicar hacia el final. Norris olió sangre cuando se quejó de sus neumáticos, así que apretó hasta cruzar la línea de meta a solo siete décimas del neerlandés. Ahora, reconoce que sufrió en esos últimos giros, porque la goma dura ha sido muy difícil de gestionar durante todo el fin de semana.
«He tenido que tirar a tope para abrir esa diferencia al principio. Éramos muy fuertes con el neumático medio, con el duro ha sido más difícil gestionar, sobre todo en las últimas 10-15 vueltas. No tenía agarre, deslizaba por todas partes… Esas últimas 10 vueltas he ido a tope. Es muy difícil cuando los neumáticos no funcionan como deben y tienes que ir a tope. No me he podido permitir cometer errores, por suerte no los hemos cometido, así que estoy contento de ganar aquí hoy», ha explicado en las declaraciones post-carrera.
Verstappen vuelve a la senda de la victoria a pesar de la presión de Norris
Max no empezó con buen pie el viernes, porque cometió muchos errores con un Red Bull muy inestable y con sobreviraje. Hicieron cambios en el coche y por eso llegaron a la carrera con menos datos de los que les hubiera gustado. Pero pese a todo, Verstappen celebra haber conseguido la Pole y la victoria.
«Cambiamos mucho el coche, así que no teníamos mucha información para la carrera. Por eso, quizá haya sido más duro con el neumático duro. Podemos estar increíblemente contentos con la Pole y la victoria, que es lo que me llevo«, ha añadido para cerrar.
