Ferrari, antes de probar las actualizaciones de su SF-24 en Fiorano, ayudó a la FIA con la evolución de un diseño antispray que consistía en un protector bastante llamativos en las ruedas. Arthur Leclerc y Olvier Bearman fueron los encargados de probar este nuevo invento.
Las últimas cubiertas eran realmente exageradas, para algunos horrendas, pero se funcionaban, genial. La intención era mejorar la visibilidad bajo condiciones de lluvia extrema, pero Bearman dijo que no había mucha diferencia y que el problema venía del agua que expulsan los difusores. Según informa Motorsport.com, la Federación ha abandona la idea y ya se evalúan otras opciones.
Nikolas Tombazis, el responsable de monoplazas de la FIA, dio más detalles del paso atrás. “Siempre supimos que había dos factores principales que contribuían al spray. Uno era la cantidad de agua que se recoge del suelo desde el difusor, y el otro es el de las ruedas. Lo que pensamos hacer es intentar hacer un elemento total, incluso más allá de lo que sería práctico, para ver qué es lo máximo que podemos conseguir con eso, para ver si es la solución o no”.
“La prueba anterior en Silverstone era demasiado endeble y pequeña, por lo que no creo que nunca fuera a funcionar, así que fuimos al máximo solo para ver qué era lo mejor que podíamos conseguir. Sabemos dónde estamos, pero no creo que eso continúe como proyecto ahora, como tal, sabemos que debemos encontrar otras formas de proteger las carreras para que no se cancelen”, añadía Tombazis sobre la solución probado en Fiorano.
Lo más lógico sería añadir algún elemento al difusor, pero Tombazis sabe que eso generaría un impacto negativo en la carga aerodinámica. “Teóricamente se podría hacer algo ahí, pero sería como eliminar toda la carga aerodinámica y demás, así que sería todo un problema. No es un paso fácil, la verdad, debemos discutirlo. Sin embargo, como prueba, el diseño en el Ferrari, funcionó porque nos mostró lo que buscábamos”.
