Fernando Alonso ha tenido el mejor sábado en el Gran Premio de Emilia Romagna, porque ha clasificado en la penúltima posición para la carrera. Reconoce que será una carrera complicada y casi sin ninguna oportunidad de conseguir buenos resultados por lo complicado que es adelantar.
Alonso ha tenido un sábado para olvidar en Imola. Primero ha sufrido un accidente en los Libres 3 que le ha quitado rodaje y ha obligado a Aston Martin a cambiar la unidad de potencia por precaución, la caja de cambios y varias piezas más. El equipo lo ha reparado a contrarreloj, pero en el segundo intento de la Q1 se ha ido a la grava y ha dañado el fondo plano. El equipo le ha pedido parar porque había algo mal en el coche, pero creía que tenía ritmo para pasar el corte.
“Te faltan las prácticas de esta mañana, las vueltas… Hemos decidido poner gasolina para toda la Q1 y hacer varios pitstops. Cuando puse el tiempo en la tabla, creo que fue la primera vuelta, tenía mucha gasolina en el coche. Al final que podía tirar me dijeron que parase porque veían algo en el coche que no… No me especificaron qué era, pero tuve que parar, justo con ese último juego de neumáticos que supongo que hubiera sido suficiente para pasar a la Q2″, ha explicado Fernando en declaraciones a DAZN F1.
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La carrera no espera que sea mucho mejor, porque Imola es uno de los peores circuitos para adelantar. Alonso anticipa una carrera complicada desde atrás y reconoce que solo es uno de esos fines de semana en los que salen las cosas al revés.
“Nada, la verdad es que nada. Acabar la carrera, irme a casa y pensar en Mónaco. Este es el segundo circuito más difícil para adelantar, por detrás de Mónaco. En Singapur es más fácil adelantar que en Imola. Se van a ver muy pocos o ningún adelantamiento. Saliendo desde la última fila, creo que vamos a tener una carrera difícil. Es uno de esos días en los que sale todo al revés y hay que aceptarlo también”, ha añadido para cerrar.
