Max Verstappen se muestra cauto para mañana tras haber conseguido la Pole en Yeda hoy. El holandés quiere la victoria, pero adelante que no será una carrera nada fácil. Aunque se trate de una única parada en boxes y 50 vueltas, es una pista en la que pueden pasar muchas cosas y todo se puede volver muy loco.
Verstappen sólo ha necesitado una única vuelta de Q3 para llevarse la Pole. El holandés no ha necesitado un segundo intento y se ha podido guardar un juego de neumáticos para mañana. Aunque quizá no necesite unos blandos, sabe que está ante una carrera en la que puede pasar de todo. Es una pista muy propensa a coches de seguridad, con los muros tan cerca y a la hora de adelantar, también lo pone fácil.
“En mi primera tanda de la Q3 estaba contento con mi vuelta. Sentía que quería hacer más, pero me he divertido mucho y el coche se comportaba muy bien. Como hemos visto en el pasado, ha habido carreras muy locas aquí. Cualquier cosa puede suceder. La gente piensa que es sólo una parada, que es fácil llegar hasta la meta, pero no es así. Tengo confianza en que el coche funcione bien también”, ha reconocido Verstappen.
Verstappen está contento con su viernes. La Pole de hoy ha sido la tercera consecutiva y la cuarta en las últimas cinco carreras. Aunque el Red Bull sea un coche más de domingo, sábado en este caso, a una vuelta Max también va realmente bien. Las sensaciones son muy buenas y mañana buscará conseguir algo inédito en su carrera, ganar las dos primeras carreras del año.
“Ha sido un buen día hasta ahora. Hemos mejorado un poco el coche esta noche y eso me ha dado la confianza para atacar las curvas de alta velocidad. Aquí dependes mucho de esa confianza y de cuán al límite puedas ir. Me he sentido muy cómodo. Cuando llega la clasificación, es ridículo lo rápido que se va”, ha comentado Max para cerrar.
