Nissan había conseguido la Pole en casa gracias a Oliver Rowland, pero no pudieron convertirla en victoria por falta de energía.
Había sido una gran sesión de clasificación para el piloto británico en Tokio, en casa de Nissan. Se impuso en un duelo contra Maximilian Günther, piloto que acabaría llevándose la victoria. Rowland tuvo un ritmo lento durante toda la carrera, que lideró sin apenas presión, pero manteniendo al grupo muy junto.
A pesar de eso, el piloto de Nissan tuvo que ahorrar energía, levantando significativamente en cada curva. Con solo diez vueltas por delante, Günther consiguió pasarle antes de la chicane de las curvas diez y once. Un movimiento clave para el resultado final de la carrera, ya que Rowland no consiguió pasar, lo intento.
“Estaba en una posición en la que si me hubiera quedado al frente por más tiempo probablemente me habría tragado más gente”, dijo Rowland, que ha conseguido tres podios esta temporada y, además, es tercero en el Mundial. “Por supuesto que estaba tratando de mantener el liderato, pero es una de esas cosas que si lo hiciera de nuevo no estoy muy seguro de qué haría diferente. ¿Tendría que ceder el liderato un poco antes y mantenerme a rebufo?”.
Dejando atrás las dudas, Rowland cree que el equipo hizo todo lo posible para rescatar el mayor número de puntos. “Creo que maximizamos lo que pudimos. La victoria estaba sobre la mesa, lo cual es un poco frustrante”, cerraba el piloto de Nissan en unas declaraciones que recoge Motorsport.com.
Al ponerse primero, Günther decidió esperar un par de vueltas para activar el segundo Modo de Ataque, con la distancia suficiente para mantenerse al frente. “Supongo que lo sorprendí en la curva 10, y eso nos abrió la carrera. Traté de abrir un poco de brecha y esto fue clave para ganar la carrera”, comentó el piloto de Maserati, que ha conseguid puntuar en las cinco carreras de la temporada hasta ahora.
