El primer contratiempo de Red Bull de cara a la temporada que viene ha llegado antes de lo previsto, según informa la edición italiana de Motorsport.com.
Después de una temporada con 21 victorias, Red Bull espera estar al frente en 2024, aunque con algo más de presión por parte de sus rivales. Pero la Navidad está siendo complicada para aquellos que no tienen que cumplir con el parón impuesto por la FIA, que obliga a cerrar las fábricas a principios de año.
El medio citado anteriormente asegura que el RB20 no ha superado la prueba de choque frontal de la Federación Internacional de Automovilismo. Se supone que el nuevo monoplaza es una versión actualizada del RB19. Por lo tanto, no se ha conseguido el sello de homologación por parte de la Federación. Para estos test se utilizan prototipos de chasis para homologar el futuro diseño, nada que ver con el chasis que monta el coche en los test de invierno.
Habrá que esperar para saber si esto cambia los planes del equipo austriaco de manera inesperada y deben retrasar las fechas de entrega previstas. Se espera que alrededor del 10 de febrero se presente el nuevo bólido. Red Bull se presentó en el test sabiendo que algo similar podía pasar, ya que tomaron riesgos a la hora de evolucionar el coche.
Uno de los aspectos que mejorar por parte de Adrian Newey es el peso del monoplaza. El RB19, a pesar de ganar con mucha diferencia, sobrepasaba por mucho los 798 kilogramos mínimos de peso que marca el Reglamento Técnico. Es algo en lo que se ha trabajado este invierno y uno de las soluciones afectarían al alerón delantero, algo más corto y ahuecado, que se rellenaría con fibra de carbono para, entre otras cosas, superar estos test absorbiendo toda la energía en caso de impacto.