Sergio Pérez, seguro, que quiere olvidar la temporada del 2023. Empezó bien, compitiendo por el campeonato contra su compañero Max Verstappen y con dos victorias en los cuatro primeras carreras. La idea se transformó en un sueño cuando su rendimiento decayó.
A 226 puntos del tricampeón, el subcampeonato de Checo peligra, ya que Lewis Hamilton es segundo a 20 puntos. Ante esto, desde Red Bull afirmaron que aquella decaída en la temporada del mexicano es por el exceso de presión que se formó cuando notó que podía luchar por el campeonato. Él mismo reconoció que «no es fácil» gestionar la presión de compartir equipo con Verstappen.
Los errores de Pérez desde mitad de temporada han provocando rumores sobre una posible salida si no consigue el subcampeonato de pilotos. A pesar de que Red Bull niega esto, asegurando que cumplirán el contrato. Esto se multiplicó tras el Gran Premio de México, dónde abandonó tras hacer solo 900 metros. Gracias a su segundo puesto en México, Lewis Hamilton ha reducido la brecha considerablemente y, sin la descalificación del británico en Austin, Checo ya hubiera perdido ese segundo lugar.
Es normal sentir mucha presión y el mexicano no trata de ocultarlo. Afirmó, en una entrevista para L’Equipe que, aunque no quería que le afectase, «no es fácil». Toda esta situación ha llegado a afectar a su familia, dice el propio piloto. No obstante, también sabe lo que significa su trabajo y las consecuencias que puede llegar a traer.
«La Fórmula 1 es mi vida. No es sólo un trabajo que puedes dejar en la puerta cuando llegas a casa. La F1 es mi pasión. Así que he estado trabajando con un entrenador mental para intentar volver a la mejor versión de mí mismo. Mi familia no tiene por qué aguantar a un padre gruñón o a un marido enfadado», decía el piloto de Red Bull al medio citado anteriormente.
Sobre el rendimiento del coche reconoció que decayó por completo desde Miami, mientras que Verstappen se adaptó “al 100% desde el principio, sin cometer errores. Ha conseguido sacarle más rendimiento. Yo tengo más problemas y estoy sufriendo para intentar solucionarlos y encontrar los reglajes adecuados. Si nos fijamos en Ferrari, es más o menos lo mismo con Charles Leclerc y Carlos Sainz. Tienes la sensación de que Carlos por fin ha entendido mejor su coche», comentó comparando el rendimiento de otros equipos.
Lo ideal, sería volver a la configuración del coche de principio de temporada, donde Checo demostraba estar más cómodo y obtenía mejores resultados. Pero el piloto confirmó que eso no es posible, porque “ha cambiado demasiado”. A estas alturas de la temporada hay poco tiempo para adaptarse, solo queda hacer lo imposible para mantenerse delante de Hamilton.