Stoffel Vandoorne volvió a ponerse a los mandos de un monoplaza de Fórmula 1 este miércoles durante los test de Pirelli en el circuito de Spa-Francorchamps.
El belga, a bordo del AMR23, participó en la segunda y última jornada de estas pruebas post Gran Premio, que tienen como objetivo desarrollar las gomas de 2024. Según el informe proporcionado por Aston Martin a la prensa, Vandoorne completó un total de 53 vueltas.
El reserva del equipo inglés, al finalizar la jornada, aseguró estar contento por volver a tener la oportunidad de subirse a un F1. «Fue increíble volver a un coche de Fórmula 1 conduciendo el AMR23. Ha pasado mucho tiempo y, además, fue mi primera vez conduciendo un Aston Martin. Hacerlo en Spa también fue muy especial por razones obvias a pesar de la lluvia».
Las jornadas de Pirelli, al igual que el pasado fin de semana, estuvieron pasadas por agua. Por este motivo, Stoffel centró su programa en los neumáticos de agua experimentales de los italianos. «Salimos con gomas de lluvia extrema por la mañana y, a medida que las condiciones mejoraban, por la tarde rodamos con el intermedio. El coche se sintió bien a pesar de las condiciones y disfruté de cada vuelta», cerraba Vandoorne.
El piloto belga ya tiene una amplia trayectoria tanto en Fórmula 1 como dentro de los monoplazas. Stoffel salió del anonimato para muchos tras ganar el campeonato de GP2 2015. Tras su actuación, sustituyó a Fernando Alonso en el GP de Baréin 2016, sumando un punto para McLaren.
Tras la retirada de Jenson Button a final de temporada, Vandoorne obtuvo un puesto de titular con los de Woking. Las temporadas 2017 y 2018, con Fernando Alonso como compañero, sepultaron la carrera del belga en F1. Tras estos años emigró a la Fórmula E, lugar en el que se convirtió en Campeón del Mundo el año pasado con Mercedes.
