La IndyCar, durante la semana pasada, preparó un test en Sebring para seguir desarrollando los nuevos motores que inundarán la categoría en 2024.
Por primera vez, los motores V6 de 2.2 litros y doble turbocompresor se combinaron con los componentes híbridos en una “prueba exitosa y extensa”, según dice la IndyCar en un comunicado compartido en su página web. Will Power fue el encargado de poner el motor Chevrolet en pista, mientras que Scott Dixon hizo lo propio junto a Honda.
Entre los dos pilotos dieron más de 800 vueltas al Internacional de Sebring para poner a punto los motores que la IndyCar usará en 2024 dando entrada a la tecnología híbrida, que espera proporcionar 150 CV de fuerza adicionales. “He formado parte de las pruebas del nuevo híbrido, corriendo en Indianápolis sin energía de regeneración, como la que estamos corriendo aquí. No hemos tenido problemas, y ahora hemos agregado la regeneración al lado de la energía. Todo va como los ingenieros esperaban”, explicaba Power tras la prueba.
Por otro lado, Dixon, que lleva probando este motor desde el otoño de 2022, asegura que se encuentran en “una gran fase”. “Unidades mucho más ligeras y compactas, que serán mejores para el futuro. Se trata de eficiencia, de tener menos emisiones y hacerlo mejor para los coches de calle. Todo esto va en la dirección correcta para el futuro”.
Los pilotos y equipos ya están discutiendo como esta nueva tecnología afectará a la estrategia de las carreras. Las pruebas no se han acabado aquí, ya que se llevarán a cabo más durante los meses de otoño e invierno. “Va a añadir una dinámica diferente. No solo desde una estrategia sino para la persona en el asiento. Tienes que pensar con bastante rapidez y tomar la decisión correcta en el momento adecuado”, cree Dixon.
