Mercedes sigue adelante con sus actualizaciones, que llegarán a Mónaco, aunque estaban previstas para estrenarse en el Gran Premio de Emilia Romagna.
Toto Wolff no quiere cantar victoria, pero antes se acordó de todos los afectados en Italia por las lluvias e inundaciones. “Tras la cancelación de la carrera en Imola, nuestros pensamientos siguen estando con la población de la región de Emilia Romagna, afectada por las terribles inundaciones. Las imágenes nos han entristecido”, decía en la previa de Mercedes.
La Fórmula 1 volverá al circuito italiano la temporada que viene, mientras que la carrera de este año se recuperará en 2026. “Esperamos volver a Imola en mejores en mejores circunstancias”. El Gran Circo ya está en el circuito callejero más mítico del calendario. “Mónaco es ahora el punto de partida de la etapa europea de la temporada”.
Sorprendió la decisión de Mercedes, es decir, mantener su paquete de actualización antes de retrasarlo a España, que quizás hubiera sido la decisión más lógica. El problema es que los alemanes no tienen tiempo que perder. “Se trata de un acontecimiento único, pero nos dará la oportunidad de conocer las mejoras del W14, pero también debemos tener cuidado de no sacar demasiadas conclusiones de este único evento”, avisaba el jefe del equipo.
Wolff solo espera que Goerge Russell y Lewis Hamilton se encuentren con un monoplaza más predecible. “Estamos dando el primer paso en una nueva dirección de desarrollo. No será una solución milagrosa. Según mi experiencia, no existen en nuestro deporte. Esperamos que los pilotos tengan una plataforma más estable y predecible”.
Si esto funciona, la escudería de Barckley se centrará en el siguiente objetivo, luchar por las victorias de nuevo. “La F1 es una competición dura y una meritocracia. No estamos donde queremos estar. Sólo se trata de trabajar duro para estar delante”, concluía Wolff.