Aston Martin llega al Gran Premio de Azerbaiyán en un gran momento, con tres podios en tres carreras, segundos en el Mundial de Constructores y con alguna que otra actualización. La principal, el nuevo alerón trasero.
Fernando Alonso busca otro podio esta temporada. En esta ocasión, por las calles de Bakú, pero será más complicado que ocasiones anteriores. El AMR23 debería funcionar bien en el segundo sector, pero en el primero y el último podría perder toda su ventaja por las largas rectas. Fernando Alonso cree que esta carrera será “un desafío muy grande”.
“Somos optimistas, en el equipo hay un buen ambiente ahora y tenemos ganas de ver cómo salen las cosas aquí. Nuestro coche se ha comportado muy bien en curva lenta y aquí hay mucha curva lenta, somos optimistas en el rendimiento. Además, tenemos el alerón trasero un poco más pequeño, de baja carga aerodinámica, así que a ver si podemos igualar un poco su velocidad en las rectas, que ha sido nuestro punto débil”, explicaba Alonso en la rueda de prensa de este jueves.
Ante este nuevo formato, el bicampeón dice que no cambia mucho la forma de proceder durante el viernes, “pero el sábado nos subimos al coche y ya estás en la Q1. Es lo mismo para todos, se iguala y haces lo mejor posible tu trabajo. Hay oportunidades cuando hay más riesgo, pero también de hacerlo mal. Eso le puede pasar a los Red Bull también, y puedes aprovecharlo, pero ahora que tenemos un coche competitivo, el riesgo con este tipo de formatos no nos ayuda demasiado salvo que cometa un error tu rival”.
La FIA, con este formato de carrera al sprint, busca más emoción el sábado. “Ahora tenemos la libertad de arriesgar más el sábado, pero hasta que no pase el fin de semana es difícil imaginar cómo va a ser todo. Puede ser caótico con banderas rojas y coches de seguridad”, comentaba Alonso.