Como en Baréin, Max Verstappen no ha gado nunca en Australia. El líder del Mundial robó la vuelta rápida a su compañero en Yeda, desobedeciendo a su equipo, y quiere tomarse la revancha.
En la vuelta 25 del Gran Premio de Arabia Saudí, el neerlandés ya superó a Fernando Alonso para colocarse segundo. Comenzó una lucha innecesaria con su compañero de equipo para ver quien conseguía la vuelta rápido, un punto extra que daba el liderato del Mundial. Aunque fuera la segunda carrera del año, Verstappen no quería ceder.
El piloto pidió a su equipo que se centrara en la fiabilidad y evitar episodios como el de la clasificación, donde el palier cedió. Llega a Australia para tomar la revancha, también por lo que pasó en 2022. “El año pasado fue muy frustrante, retirándome de la carrera. Entendimos rápido lo que hicimos mal. A partir de entonces fue bien en términos de fiabilidad y dimos grandes pasos con el coche”, comentaba Verstappen en rueda de prensa.
Con los dobletes de las primeras carreras, Red Bull espera repetir en Australia. “Creo que tenemos una buena oportunidad, por supuesto, de obtener un buen resultado, pero necesitamos hacer un buen fin de semana”.
Verstappen llegó a Arabia Saudí convaleciente después de superar un virus al terminar el Gran Premio de Baréin. Eso le impidió llegar a tiempo a Yeda y no estuvo presente el jueves. “Sentí que me faltaba un pulmón, y llegué al fin de semana realmente creyendo que se había ido. Cuando subí al coche en la FP1, incluso solo una vuelta de instalación, sentí que tenía que recuperarme durante dos vueltas para poder respirar normalmente”.
El bicampeón del Mundo desea este parón de tres semanas que habrá tras Australia hasta Bakú para “volver a estar en forma” y, sobre todo, descansar para estar a la altura en las siguientes carreras. “Me afectó durante todo el fin de semana, lo cual no me gustó porque fue una de las primeras carreras en las que sentí que estaba limitado físicamente. He estado tratando de trabajar en ello, tratando de mejorarlo, y creo que ha mejorado mucho, este fin de semana debería estar bien”, cerraba Max.