El tres veces ganador del Dakar abría pista en la segunda etapa. Una vez más, Carlos Sainz y Lucas Cruz han tenido un pinchazo, pero supieron mantener la calma para conservar el liderato de la general.
Después de 430 kilómetros de especial, Sainz veía la meta en un tercer lugar que sabe a muchos más. Cinco minutos por detrás de Nasser Al-Attiyah, pero por encima en la general. La sorpresa ha sido Erik van Looen, al frente durante toda la jornada, pero se tuvo que conformar con el segundo puesto.
“Ha sido una etapa de mucha concentración, todo el rato mirando bien las piedras. Hemos pinchazo una vez, y luego, abrir era muy complicado. Muchas piedras, muchas, muchas piedras, muchas zonas de trial, muchas zonas de mucha paciencia y de ir despacio para no pinchar, y siendo el primer coche, pues más”, comentaba Sainz al terminar la etapa.
A pesar de haber pasado por todo tipo de terrenos durante su larga carrera, Sainz asegura que esta etapa ha sido una de las más duras que ha vivido. “Hemos estado cinco horas en la especial, así que fácil no ha sido. Ha sido una de las especiales más difíciles que he hecho, era muy complicado”, cerraba en declaraciones que recoge Marca.com.
La navegación también ha sido complicada en esta jornada, pero Lucas Cruz ha sabido llevar a su compañero sin problemas. Sainz también admite que han preferido “ceder un poco” en los momentos más complicados.
Audi puede sonreír con el madrileño, pero Stéphane Peterhansel —ha perdido casi una hora y media— y Mattias Ekström han tenido muchos problemas. Las piedras quedarán algo atrás en la tercera etapa ,pero llega la arena junto a la tierra.
