Tras debutar en Fórmula 1 y completar los test de postemporada de 2022 con el equipo Alpine, Jack Doohan admite que todavía hay cosas a las que debe “acostumbrarse” de un monoplaza de este calibre.
El australiano, e hijo de la leyenda del motociclismo Mick Doohan, seguirá siendo miembro de la Alpine Academy y correrá en Fórmula 2 con Virtuosi Racing en 2023. Será su segunda temporada completa en la categoría de plata. No tendrá excusa para luchar por el campeonato al ser uno de los veteranos.
Es cierto que Doohan pudo probar el Alpine en los FP1 de los Grandes Premios de México y Abu Dabi, pero el joven piloto destaca que fue “super importante” para él estar en los test de postemporada. “Es muy beneficioso para mí (respecto al rodar con un F1). Quiero mejorar y volver a subirme al coche del próximo año”, comentó el piloto de Alpine ante los medios, según recoge RacingNews365.com.
También explicó lo que conlleva adaptarse de un F2 a un Fórmula 1. “Hay muchas más herramientas en un F1 que no están en un F2, así que tengo que aprender y adaptarme por mi cuenta para no perdernos”.
Respecto al saltó que supone pilotar un F1, el australiano reflexionó sobre la “tensión mental” a la que te pone un coche de este estilo. “No es tan físico, creo que es más tensión mental porque todo es mucho más rápido que en un Fórmula 2. Que todo te llegue tan rápido es algo a lo que necesito acostumbrarme”, explica Doohan.
Pese al trabajo físico y mental que supone pilotar un Fórmula 1, Doohan es positivo. Y mira alrededor para ver ejemplos de otros pilotos que ya han dado el salto al Gran Circo desde la segunda categoría. “Al final todos lo hacemos (acostumbrarse a estos coches), porque es algo que se vuelve natural, pero para mi no es tan natural ahora”, concluye Doohan.
