La IndyCar espera mantener a más coches en pista en las carreras en óvalos mediante la introducción de un nuevo componente de suspensión delantera. Los golpes laterales entre las ruedas delanteras derechas y los muros en las salidas de las curvas ocurren al menos una vez por carrera.
Debido a la rigidez de los brazos de dirección, las varillas que conectan la dirección a los montantes de la suspensión delantera, el resultado habitual de ese contacto es un brazo de dirección doblado. Este nuevo componente ha sido desarrollado por el proveedor de chasis de IndyCar, Dallara. Los equipos tendrán brazos de dirección delanteros nuevos y más flexibles, obligatorios para instalar en las cinco carreras en circuitos ovales del próximo año.
Las unidades también están permitidas para los demás circuitos, si se desea, donde el contacto rueda con rueda también puede doblar o romper un brazo de dirección. Tal como lo experimentó Alex Palou en Road America cuando él y Marcus Ericsson se chocaron en junio.
El beneficio secundario de los nuevos brazos de dirección, que solo se flexionan en golpes fuertes gracias al tubo más delgado en la conexión exterior a los montantes, viene con una reducción en la fuerza que se produce a través de las manos y muñecas de los pilotos cuando se hace contacto.
“Personalmente, recomendaré su uso en todas partes porque creo que esto reducirá las lesiones en el pulgar y la muñeca”, dijo Tino Belli de IndyCar al portal RACER. “Si golpeas el muro, los nuevos brazos de dirección tienden a ceder un poco más. Por lo que será menos violento en la forma en que se recibe la fuerza a través del volante”, apuntó.
“Se ha comprobado su resistencia y está homologado en todos los circuitos, con la exigencia de su uso en los óvalos. No queremos obligar a nuestros equipos a cambiarlos en todas partes si no quieren, por lo que les da la oportunidad de usar lo que tienen. Pero creo que verán los beneficios una vez que se usen por primera vez, lo cual es normal para cualquier cosa nueva”, concluyó.