Mitch Evans espera que los toques durante las luchas en pista se reduzcan en 2023. El neozelandés cree que el nuevo coche ofrecerá batallas más limpias, con un riesgo mayor de sufrir daños en caso de ser demasiado agresivo o en su defecto, impactar contra un rival.
Evans recuerda que durante la era Gen2 los protectores de las ruedas permitieron a los pilotos ser más agresivos en las luchas en pista. A raíz de ello, se veían más toques, los cuales confían en que se reduzcan drásticamente ahora que ya no hay tanto margen de error en el monoplaza.
“El estilo para correr cambiará un poco, especialmente por la naturaleza de la gestión de energía. La filosofía intentará ser la misma a la hora de gestionar, pero la recuperación ha cambiado por completo. Además, con el nuevo coche no tenemos la cubierta que había con el anterior y eso tendrá sus pros y sus contras”, ha comentado Evans.
“Obviamente, eso creaba algo de caos, ya que nos permitía irnos contra un rival o rozar los muros, siempre había mucho contacto. La naturaleza del coche permitía eso y a veces, era demasiado. Creo que el Gen3, sin los arcos de las ruedas, va a ser muy fuerte y tener mucha influencia en términos de contacto durante las luchas en pista”.
Por su parte, el jefe de equipo de Jaguar, James Barclay, sostiene que habrá luchas cuerpo a cuerpo más limpias e intensas en 2023, en las que los pilotos deberán ir con más cuidado. El británico recuerda que el objetivo de la Fórmula E siempre ha sido ver adelantamientos buenos y durante las batallas, pocos toques.
“Creo que estará increíblemente igualado una vez más. Con los nuevos coches, algo de lo que no se ha hablado mucho es de que volverán las luchas cuerpo a cuerpo más intensas. Los pilotos deberán reajustarse de nuevo, los toques volverán a desaparecer, ya que el riesgo de tener daños será mucho más grande. Queremos ver adelantamientos, buenos, limpios y decisivos, pero el tiempo lo dirá”, ha expresado Barclay para cerrar.