El AF Corse #51 de Ferrari llegaba con una ventaja de once puntos a la última cita de Baréin. Un fallo en la caja de cambios cuando lideraban puso contra las cuerdas a Alessandro Pier Guidi y James Calado.
El dúo era el gran favorito para llevarse el título tras las 8 Horas de Baréin. Tan solo tenían que terminar entre los cinco primeros GTE para cerrar el Mundial. Si algún GTE Am hubieran superado al Ferrari, la historia hubiera sido diferente, ya que Porsche hubiera cantado victoria.
Pier Guidi reconoció al ver la bandera de cuadros que, durante algunas vueltas, rodó con la quinta marcha durante algunas vueltas, ya que era la única forma de bajar la temperatura de la caja de cambios. “Cuando volví al coche, traté de saltarme la cuarta marcha. Me di cuenta de que la temperatura de la caja de cambios estaba subiendo mucho. La temperatura bajaba en quinta y sexta así que pensé, ‘está bien, usaré quinta durante toda la vuelta’”, confesaba a Autosport.com.
El piloto controló la temperatura después de 20 minutos rodando ocho segundos más lento que el mejor GTE Pro. James Calado fue quien notó el problema en su relevo. “Pensé en retroceder un poco y dejar pasar a Fuoco. Tan pronto como hice eso, hubo una gran explosión y de repente no tenía cuarta marcha”.
Calado no tenía apenas esperanzas de cerrar el Campeonato, que ha sido el tercero para él y el segundo consecutivo. “Estaba 95% seguro de que no íbamos a terminar, no puedo describir el ruido que venía de la parte trasera del coche. No puedo imaginar que quede mucho dentro de la caja de cambios, pero la suerte estuvo de nuestro lado esta vez”.
Porsche se esforzó cambiado posiciones a favor de Kevin Estre y Michael Christensen, pero la verdad es que no estuvieron cerca durante gran parte de la carrera. Gianmaria Bruni y Richard Lietz fueron el coche más rápido del conjunto alemán.