Debido al abandono sufrido en México, Fernando Alonso se enfrentará a una penalización en parrilla en el Gran Premio de Brasil, que se aplicará en la carrera del domingo.
La frustración acabó pasando factura al bicampeón del mundo en el Autódromo Hermanos Rodríguez, gesticulando, enfadado y más serio que nunca. La fiabilidad ha dejado atrás muchos puntos y de eso habló Alonso al llegar. “En la carrera nos sentimos nos sentimos bastante cómodos y gestionando el coche y los neumáticos”, comenzaba diciendo sobre esa carrera en México.
“Estábamos a más de 10 segundos por delante de los de atrás antes de sufrir el problema de motor. Intentamos seguir adelante y el equipo trató de resolver el problema, pero no fue posible y por eso perdimos tanto tiempo y rendimiento antes de finalmente parar”, continuaba al respecto en la previa del GP de Brasil en la web de Alpine.
Alonso cree que la de México fue una de sus mejores carreras de la temporada, pero ahora llega en Brasil. Un lugar que ha visitado en 19 ocasiones, donde ha ganado dos mundiales, pero nunca ha ganado. “Siempre hay un elemento desconocido cuando se va a Brasil. Suele dar lugar a carreras y resultados interesantes. El tiempo es difícil de predecir y hemos visto algunas carreras absolutamente clásicas en el pasado debido a esta imprevisibilidad”, comentaba al respecto.
Se esperaba lluvia para el fin de semana, pero Alonso centra su atención en la carrera del sábado. “Gracias al formato sprint tenemos dos intentos para sumar puntos y ampliar nuestra ventaja sobre McLaren de cara al último Gran Premio en Abu Dabi Pensamos que la lucha por la cuarta posición de constructores llegaría hasta el final en Abu Dabi y parece que así será”.
El asturiano espera un fin de semana sin contratiempos porque confía en las habilidades del A522 frente al MCL36 de sus rivales, McLaren. “Sabemos que cuando tenemos un fin de semana limpio y sin problemas, tenemos un coche rápido que es más que capaz de sumar puntos. Seguiremos presionando hasta el final”.