El circuito jugaba a favor del F1-75, pero la falta de ritmo en la carrera seguro que empezará a preocupar en Maranello. Las situaciones al final de la cita ayudaron a Charles Leclerc a volver al podio, que había perdido con ambos Mercedes.
Después del batacazo de Bélgica, los italianos esperaban ir mucho mejor en Zandvoort. Además, el resultado de la clasificación dejaba muchas incógnitas en al aire, pero desde que se han apagado los semáforos se veía que Leclerc no podía con el ritmo de Max Verstappen.
El monegasco espera que su equipo se ponga a trabajar para analizar el compartimiento del F1-75. Red Bull ya no está a la altura, mientras que Mercedes está justo a su lado e incluso por encima, como pasó en Hungría. “Para ser honesto, hacerlo mejor era difícil. Ha sido mala suerte ese coche de seguridad virtual, pero no se si hubiera cambiado nada porque Max era rápido. Y los Mercedes ha tenido buen ritmo. Lo analizaremos”.
Leclerc alcanzaba el tercer lugar una vez que Hamilton comenzaba a sufrir con los neumáticos. “Lewis tenia problemas, he tenido un mejor agarre y hemos podido adelantar. Han mantenido bien los neumáticos. No ha sido fácil, pero lo hemos conseguido”. Evidentemente, no es para estar contento. “No estoy feliz. Mi tercer lugar no es genial empezando segundo. He tenido confianza con los blandos, pero con los medios todo ha ido mal. Los Mercedes iban rápidos y hemos tenido problemas”.
Después de otros 26 puntos que ha sumado Verstappen, luchar por el Mundial queda en segundo plano. Mirar a la temporada que viene sería lo ideal. “Esa diferencia es muy grande, iremos carrera a carrera maximizando nuestro potencial y veremos que es posible”.
La próxima semana toca Monza, casa de Ferrari y las noticias pueden ir a peor. “Desafortunadamente, sobre el papel no va a ser la carera más fuerte, pero tenemos mucha motivación de cara a ese fin de semana porque es la casa de Ferrari, pero no será la mejor carrera”, comentaba el monegasco para finalizar.