El F1-75 es un coche realmente competitivo, comenzó ganando carreras, pero a Carlos Sainz se le atragantaba. Estaba lejos de su compañero, quien ganó dos de las primeras tres carreras, y también de Max Verstappen.
El madrileño ha ido cogiendo confianza con el monoplaza. En Canadá se le vio fuerte, persiguiendo a Verstappen y a punto estuvo de arrebatarle la victoria. Semanas después, en Silverstone, consiguió la primera pole de su carrera y también la primera victoria, demostrando a la familia italiana que estaba de regreso, como en 2021.
Si es verdad que después de esa carrera no ha vuelto a subir al podio y acumula el fatal abandono de Austria, donde su unidad de potencia salió ardiendo. De todos modos, su capacidad de adaptación ha vuelto a dejar helados a los integrantes del equipo. Laurent Mekies reconoció que fue un inicio complicado para el español, pero ya tiene cogido el truco.
“Por supuesto, eso no se reflejó mucho en los resultados finales después de su victoria, porque teníamos otros problemas con los que lidiar. Está claro que ha hecho un gran progreso desde el comienzo de la temporada”, comentaba el director deportivo de Ferrari según publica Motorsport.com.
Ni Carlos, ni la propia escudería, escondieron que no se adaptaba al nuevo monoplaza. “Sobre el inicio del año, no ocultamos que el nuevo coche no le sentaba muy bien a Carlos. Tuvimos que trabajar muy de cerca con él, sus ingenieros y todo el equipo de Maranello para asegurarnos de que le estábamos dando un monoplaza con el que pudiera sentirse más cómodo. Esas cosas también llevan tiempo”.
Sainz ha sufrido muchos problemas mecánicos, pero ha subido al podio en un total de seis ocasiones en las trece carreras que se han disputado hasta el momento. Suma 156 puntos frente a los 178 que tiene su compañero, la distancia ha disminuido y mucho. “Ahora parece que nos dirigimos lentamente hacia la dirección correcta. Lo cual es otra gran señal en términos del equipo y la forma en la que interactuamos. Espero que pueda seguir así”.