Desde McLaren reconocen que no han encontrado el rendimiento deseado con el MLC36. En este parón veraniego ocupan el quinto lugar del Mundial, ya que lo perdieron hace varias carreras contra Alpine.
El equipo de Woking comenzó bastante bien su temporada. En Australia ya puntuaron con sus dos coches, con un quinto y sexto puesto. Su mejor resultado hasta el momento es el podio conseguido por Lando Norris en Imola, quien se mostró competitivo todo el fin de semana. Daniel Ricciardo hubiera visto la meta en buena posición, pero en la salida tuvo un toque con Carlos Sainz.
Desde entonces, el mejor rendimiento del equipo llegó en Mónaco y Gran Bretaña. Norris escaló hasta el sexto lugar en ambas carreras. El problema sigue estando en Daniel Ricciardo, quien no encuentra la confianza con el MCL36 y suma solo 19 puntos. Su compañero también ha admitido que ha tenido que cambiar su estilo de pilotaje.
James Key, director técnico de McLaren, reconoce que aún deben desbloquear algunas áreas del rendimiento, aunque las soluciones podrían retrasarse. “Cuando hemos mostrado un gran desempeño, ha sido real. No ha sido un evento extraño. Pero igualmente tenemos actuaciones débiles también”, comentaba para The Race.
Asegura que el MCL36 ha sido competitivo en algunas pistas, pero necesitan encontrar un equilibrio para el resto. “Definitivamente es un poco como una montaña rusa, pero las cosas buenas, la puntuación alta que hemos tenido en Australia, Imola y Mónaco, y así sucesivamente, no es una casualidad, es el rendimiento del automóvil que brilla en esas pistas. Necesitamos intentar que ese rendimiento funcione en cada pista”.
En Woking no hay descanso para descubrir donde están fallando con el concepto del monoplaza y solucionarlo para 2023 y, si se puede, en las próximas carreras. “Hay actividades que se están analizando en detalle, desde hace un tiempo, para ver qué opciones tenemos. Algunas podrían entrar ya en el monoplaza de 2023, pero otras en un periodo más corto para tratar de mejorar”.
