Red Bull ha tenido problemas con el DRS en las últimas carreras de la temporada. Sin embargo, los de Milton Keynes han trabajado duro para llegar al Gran Premio de Azerbaiyán con ese problema completamente solucionado.
El DRS ha sido uno de los principales quebraderos de cabeza de Red Bull en el inicio de temporada. En España, Max Verstappen no pudo completar su último intento de clasificación y salió muy retrasado. Durante la carrera, volvió a sufrir problemas y de no ser por el abandono de Charles Leclerc y las órdenes de equipo, no hubiera subido a lo más alto del podio.
Ahora, Paul Monaghan, ingeniero jefe de la marca de las bebidas energéticas, reconoce que han aprendido la lección y confían haber resuelto el problema por completo para Bakú. También ha sugerido que pueda estar relacionado con la búsqueda de reducir el peso mínimo del monoplaza.
«Nuestro problema con el DRS fue autoinfligido. Creo que, si somos sinceros, hemos aprendido de una de nuestras dolorosas lecciones. Hay algo de alivio después del trabajo que hicieron personas muy inteligentes con la investigación y con todas las comprobaciones requeridas. Hicieron un trabajo fenomenal en un periodo de tiempo muy corto. El desafío ha cambiado de un circuito a otro, el tiempo de espera cambia, la velocidad de apertura cambia, las condiciones cambian. Todo cambia», ha afirmado Monaghan en declaraciones a Motorsport.com.
En Mónaco, el problema parecía estar resuelto. Sin embargo, las bajas velocidades del Principado no son las mismas que las de Azerbaiyán. Paul reconoce que «la parte más irritantes es la lección» que han recibido. En cualquier caso, reconoce que seguirán trabajando para asegurarse de que erradican por completo el problema.
«Bakú nos enfrentará a problemas ligeramente diferentes. La velocidad a la que abres el DRS es de 160 km/h en Mónaco, en Bakú será de 300 km/h. Por lo tanto, no se trata realmente del peso que hay sobre el alerón móvil, sino de levantarlo contra su propia carga aerodinámica. Creo que sería una tontería dormirnos en los laureles. Sabemos lo que hicimos mal. Era nuestro trabajo arreglarlo, así que ahora parece que estamos bien», ha añadido para cerrar.
