El positivo en COVID-19 de Sebastian Vettel ayudó a Nico Hülkenberg para volver a un monoplaza de Fórmula 1. En esta ocasión, la situación de Aston Martin no es como la de Racing Point en 2020 y le ha pasado factura.
El alemán no ha podido sacar todo lo mejor del AMR22, su preparación física no era la ideal y la nueva normativa, complicada de entender. Desde que su contrato terminó en 2019 con Renault, Hülkenberg ha estado ligado al equipo de Lawrence Stroll supliendo a Sergio Pérez y Lance Stroll en su día.
“Por supuesto que extraño las carreras, eso es natural, pero estoy entusiasmado, no desesperado. Estaba mentalmente harto, el coronavirus me ha hecho volver, como en 2020. Quien sabe lo que pasará en el futuro”, decía el alemán en palabras que recoge GP Fans.
La preparación de cara al GP de Baréin fue prácticamente nula, ya que se confirmó su salida a pista un día antes de los primeros entrenamientos libres. Se le preguntó tras la carrera de Yeda si tenía problemas físicos. “Tal vez estoy más en forma de lo esperado o porque no hace tanto calor, pero he tenido carreras más difíciles, especialmente en el calor”.
“Mejor de lo esperado, así que estuvo bien, y estoy muy feliz y orgulloso de mi carrera. Fue limpia, impecable. Hice todo lo que pude con el coche que tenía”, decía un Hülkenberg, que se va sin puntos en estas dos carreras.
El piloto reserva de Aston Martin comenzó la carrera con duros, para ver hasta donde podía llegar, pero el coche de seguridad por el accidente de Nicholas Latifi dice que no jugó de su lado. “Obviamente, el primer coche de seguridad realmente comprometió mi carrera, así que perdimos, lo cual es desafortunado. Supongo que así son las carreras. Aunque no tengo idea de dónde habría terminado sin él”.
