Desde el pasado Gran Premio de Abu Dabi, tanto la Fórmula 1 como la FIA están en el punto de mira. A muchos no les gustó la decisión de Michael Masi durante el coche de seguridad provocado por Nicholas Latifi.
Las críticas han aumentado hacia la FIA en las últimas semanas, sobre todo por ese reinicio tras el Safety Car en Yas Marina. Si bien está en curso una investigación por parte del organismo sobre los eventos de Abu Abi. Zak Brown, CEO de McLaren, tiene claro que lo sucedido demuestra que se necesita un cambio. Con la llegada del nuevo presidente, Mohammed Ben Sulayem, asegura que se presenta la posibilidad de dar un nuevo enfoque a la Fórmula 1.
“Está claro que algunas de las reglas y su gobierno no son aceptables tal como están las cosas. Nadie está contento con la inconsistencia en la vigilancia de las regulaciones, pero que ha sido explotado habitualmente por los equipos para ventaja competitiva”, comentaba Brawn en una entrada en la web de McLaren.
El de McLaren cree que el poder de los equipos debe rebajarse y recuerdan que tienen una gran importancia a la hora de redactar las normas. “No olvidemos que nosotros, los equipos, hemos contribuido a las inconsistencias en la vigilancia de las regulaciones tanto como cualquiera. Son los equipos quienes aplicaron la presión para evitar terminar las carreras bajo un Safety Car a toda costa”.
“Son los equipos los que votaron a favor de muchas de las reglamentaciones de las que se han quejado. Son los equipos los que han estado utilizando la transmisión de mensajes de radio al director de carrera para tratar de influir en las penalizaciones y los resultados de la carrera. Esto no ha sido edificante para la F1. A veces se siente como una audición de pantomima en lugar del pináculo de un deporte global”, insistía Brawn.