La Fórmula 1 necesita respuestas y Pirelli ha pedido paciencia para ello. Han abierto una investigación sobre los accidentes de Lance Stroll y Max Verstappen, pero en primera estancia echan balones fuera.
Ambos pilotos abandonaron la carrera por un fuerte accidente, en las mismas circunstancias, en la recta de meta y a más de 300 kilómetros por hora, tras el pinchazo de uno de sus neumáticos traseros. Aston Martin venía remontando con el canadiense gracias a la estrategia y Red Bull estaba cerca de firmar la segunda victoria consecutiva con el holandés.
Mario Isola, máximo responsable de Pirelli en la Fórmula 1, comentó, en el habitual comunicado de los italianos, que ninguno de los coches mostró signos de desgaste para llegar a ese punto. “No se detectaron advertencias ni vibraciones y ninguno de los otros neumáticos de una antigüedad similar o anterior mostró signos de desgaste excesivo”.
Es por eso que Isola cree que el neumático se dañó por suciedad de la pista. “Entonces no podemos excluir que el daño fue causado por un factor externo, aunque estas cosas no deberían suceder y podemos entender la necesidad de respuestas”. Y explica que un Mercedes estuvo cerca del reventón. “Lo que podemos decir por ahora es que también se encontró un corte en el neumático de Hamilton y que es el neumático trasero derecho”.
Hablando sobre el resto de la carrera, Pirelli marca como momentos clave; la victoria de Sergio Pérez a dos paradas (contando la bandera roja), las paradas tras el coche de seguridad, donde cinco pilotos hicieron otra parada para montar el blando o el duro, y que las temperaturas cayeron respecto al resto del fin de semana, 39ºC en pista.
La mayoría de los pilotos optó por empezar con el C5 (hablando de los que salieron fuera del Top10), solo Kimi Räikkönen y los Williams salieron con el medio, mientras que Stroll con el duro. Los pilotos que salieron con el blando montaron el duro en su parada. Con la bandera roja al final todos montaron el blando y era solo Vettel quien tenía un juego nuevo.