Desde este martes, la FIA endurece sus test contra los alerones flexibles

Los alerones flexibles están siendo la gran polémica de la temporada. (Fuente: Formula 1)

Una de las mayores polémicas que está habiendo esta temporada en la Fórmula 1 es el tema de los alerones flexibles. Principalmente, Toto Wolff ha sido uno de los que más se ha quejado públicamente, concretamente sobre el del equipo Red Bull. Desde el día de ayer, los test de la FIA han comenzado a ser más estrictos con el objetivo de intentar evitar este tipo de alerones.

Todos los equipos de la parrilla han dispuesto de un mes para adaptar sus diseños a la normativa que hay en vigor. Por otra parte, el director técnico de monoplazas de la FIA, Nikolas Tombazis, ha indicado a cada escudería que, en primer lugar, no está permitido ninguna conformidad entre la caja de cambios y los pilones que sostienen el alerón trasero con resortes o sistemas cargados. En segundo lugar, tampoco se admiten movimientos relativos entre perfiles.

La FIA ya no permite que las aletas traseras puedan fijarse a los endplates con un punto de enganche sobre el que girar el perfil o el ala, generando así una deformación programada. En el Gran Premio de Azerbaiyán, el equipo Red Bull corrió con un perfil de ala trasera muy descargado y con forma de cuchara, que a pesar de cumplir con el reglamento, provocaron unas polémicas declaraciones de Lewis Hamilton posteriormente.

En ese Gran Premio, la FIA impuso que los equipos colocasen puntos de color verde o amarillo con el fin de que los comisarios pudieran comprobar en las imágenes de la FOM si todavía había deformaciones de los planos de los alerones. Al parecer, en Bakú no hubo alerones flexibles, pero esto no quiere decir que los equipos vayan a dejar de buscar una manera de reducir la resistencia de los monoplazas en las rectas.

Tras ver las quejas de Mercedes por su alerón trasero, Red Bull contraatacó y señaló el alerón delantero del W12, indicando cómo se movía y cómo volvía a su posición original al estar a una baja velocidad. Por ahora, no ha habido ninguna intervención por parte de los comisarios de la FIA, aunque lo que sí implementarán son los tests de prueba, que serán mucho más rigurosos.

Por otro lado, está el tema de la presión de inflado de los neumáticos, que también está generando debate. Mucho más después de lo ocurrido en Bakú con Stroll y Verstappen. Se dice que sus accidentes pudieron haber sido causados por no cumplir con los requisitos de seguridad impuestos tanto por la FIA como por Pirelli, aunque todas las partes lo han descartado.

Este fin de semana, la Fórmula 1 viaja a Francia para correr en el Paul Ricard. Ahí se mirará con lupa tanto a los alerones como a los neumáticos, dos de los mayores problemas que tiene entre manos la Federación Internacional del Automovilismo en estos momentos.